La gran cita del fantástico

Amanda Nell Eu presenta su laureado cuento sobre la pubertad femenina en Sitges

Hablamos con la directora de 'Tiger stripes', ganadora del Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes y seleccionada para representar a Malasia en la carrera por el Oscar a mejor película internacional

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Zafreen Zairizal (Zaffan) en una imagen de 'Tiger stripes'

Zafreen Zairizal (Zaffan) en una imagen de 'Tiger stripes' / Archivo

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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'Tiger stripes' (Oficial Fantàstic Competición) dista de ser típicamente oscarizable, pero eso no ha impedido que haya sido escogida por Malasia para luchar por la estatuilla dorada a mejor película internacional. Ganadora del Gran Premio de la Semana de la Crítica del festival de Cannes, explica con irreverencia la historia de Zaffan (Zafreen Zairizal), una niña musulmana de la Malasia rural que, después de su primera menstruación, se convierte en extraño imán de criaturas sobrenaturales y, después, inasible ciclón de rabia.

El debut de la malasia Amanda Nell Eu se inscribe, así, en la rica tradición de películas que han comparado la pubertad femenina con un proceso de transformación fantástico-monstruoso: hablamos de 'Carrie' o, mirando hacia la licantropía, 'En compañía de lobos' y 'Ginger snaps'. "Por supuesto, todas esas son películas con las que he crecido", señala Eu con un brillo sincero en los ojos. "Siempre había querido contar esa clase de historia: un relato iniciático, de metamorfosis, de terror corporal… Y poder contarla a mi manera. Cada vez más gente lo está haciendo y es interesante, porque cada uno lo hace con su propia voz".  

Eu entrelaza la metáfora en los mitos del sudeste asiático, ese rico universo de hombres tigre y criaturas de ojos rojos que observan desde los árboles. "Lo que me gusta del folclore de mi región es que todo viene de la tradición oral y va sufriendo cambios mientras pasa de una generación a otra. Los países tienen monstruos similares, pero las reglas cambian, se pueden comer a diferentes tipos de niños, etcétera. De modo que me di permiso a mí misma para jugar con la tradición. Mis criaturas no tienen los ojos rojos, sino rosas, porque, ya sabe, así somos las chicas".  

Mezcla de sensibilidades

En lo que asegura es un reflejo de su "caótica" personalidad, Eu combina aquí toda clase de influencias cinematográficas, desde el embrujo selvático de Apichatpong Weerasethakul a las 'monster movies' malasias de los cincuenta ("la vampira Pontianak es mi Beyoncé"), sin dejar de lado la revolución TikTok, de la que aprendió todo a través de sus tres jóvenes actrices debutantes. "¿Por qué toda la gente de su generación sabe bailar? No lo entiendo".  

En su aventura ha contado con el apoyo de Jimmy Gimferrer, el director de fotografía de las primeras películas de Albert Serra. "Me encanta Serra, claro, es increíble. Pero la conexión vino a través de mi productor de Singapur [Fran Borgia], que en realidad es español. Me habló de un director de fotografía salvaje que sería perfecto para mí. Tenía toda la razón: a los dos nos gusta la sorpresa, el riesgo, trabajar a través del instinto”.

Su historia con Sitges

"En 2019 estuvimos en el mercado de proyectos del festival BiFan de Bucheon, en Corea del Sur –explica la cineasta–. Y allí ganamos el Sitges Pitchbox Award, que nos permitió visitar Sitges para mostrar nuestra idea a productores. Me quedé fascinada por este festival. Nunca había visto a un público que era tan claramente mi gente: todos los 'freaks' y raros y góticos y monstruos habían venido aquí a ver películas”. Y estos días, por fin, han venido a ver la suya.