Lucha en la pantalla

Sigourney Weaver ('Todas somos Jane'): "EEUU es un lugar más inhóspito ahora que en 1972"

Crítica de 'Todas somos Jane': deja que entre el sol

Imagen de 'Todas somos Jane'

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Nando Salvà

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En los años previos a la despenalización del aborto en Estados Unidos en 1973, una organización conocida como Jane Collective se dedicó de forma clandestina a asistir a mujeres que necesitaban recurrir a él; las voluntarias del colectivo ofrecían asesoramiento y organizaban intervenciones quirúrgicas, y llegaron a posibilitar unos 12.000 abortos. Mientras Phyllis Nagy empezaba a trabajar en ‘Todas somos Jane’, la película que ha dirigido a modo de homenaje a aquel grupo, de ningún modo esperaba la relevancia política que su estreno alcanzaría. "Cuando el guion cayó en mis manos yo sabía que algo malo se avecinaba, pero no era consciente de que sería tan malo", afirma en referencia a la preocupante fuerza que el antiabortismo está ganando en buena parte del mundo y, más concretamente, de lo que describe como “un repunte en la obsesión de los líderes políticos y legisladores estadounidenses por controlar los cuerpos de las mujeres”.

Desde junio de 2022, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos decidió revocar la sentencia conocida como ‘Roe contra Wade’ -que desde hace ahora medio siglo reconocía el derecho constitucional de la mujer a interrumpir el embarazo en aquel país-, 19 estados han ilegalizado el aborto. 

Recién llegada a la cartelera, ‘Todas somos Jane’ está protagonizada por Elizabeth Banks en la piel de Joy, una ama de casa que a finales de los 60 se ve obligada a buscar alternativas cuando los médicos se niegan a ayudarla a poner fin a su embarazo a pesar de que seguir adelante con él podría poner en peligro su vida, y que llegado el momento se convierte en miembro de Jane Collective. A su lado, Sigourney Weaver encarna a Virginia, la mujer que lidera el colectivo, y que está inspirada en varias de las personas reales que formaron parte de él. 

La veterana actriz era una veinteañera cuando ‘Roe contra Wade’ fue aprobada. "Recuerdo perfectamente cómo eran las cosas antes de que aquella decisión histórica diera a las mujeres el poder de vivir sus vidas, de tomar decisiones, de pensar en sus carreras profesionales, de elegir cuándo formar una familia y si formarla o no, y que ahora estemos retrocediendo hacia esos tiempos me parece aterrador", lamenta. "De hecho, creo que Estados Unidos es un lugar más inhóspito ahora que en 1972, porque al menos entonces existía la sensación de que todo iba a mejor. Ahora la tendencia es inversa, y entretanto las mujeres seguimos sin haber logrado la igualdad plena de derechos. Espero que no lleguemos a necesitar a otra asociación como Jane Collective, pero es posible que sí nos haga falta".

"Estados Unidos es un lugar más inhóspito ahora que en 1972"

Sigourney Weaver

Una reivindicación

Nagy, en su día nominada al Oscar por su guion de ‘Carol’ (2015), añade al respecto que ‘Todas somos Jane’ es un recordatorio de todo cuanto las mujeres se arriesgan a perder en la actualidad, y un intento de reivindicar la importancia de la libertad de elección. “Yo no quiero usar mi cine para sermonear a nadie, pero sería feliz si la película ayuda a alguien a comprender el valor que tiene aceptar las decisiones de las demás. Nosotras respetamos a las personas ‘provida’, no las obligamos a que aborten, y exigimos un trato equivalente por su parte hacia aquellas y aquellos que creemos en la libertad individual para ejercer el control sobre el propio cuerpo”.  

Uno de los principales objetivos de la directora al hacer la película fue, asegura, ofrecer un retrato lo más realista y “normalizado” posible de la técnica quirúrgica empleada para interrumpir un embarazo. “Hollywood ha contribuido a crear una mitología terrible según la que un aborto es algo oscuro y peligrosísimo, cuando lo cierto es que es más simple y entraña menos riesgos que la mayoría de procedimientos dentales”.

Weaver, por su parte, la vio ante todo como una oportunidad para retratar a “un grupo de mujeres que se apoyan las unas a las otras, se respetan y se comprometen, y nunca se rinden al desánimo; para reivindicar la importancia de la sororidad, y celebrar el poder que adquirimos las mujeres cuando estamos unidas”.