La cita musical ampurdanesa

Rod Stewart, realeza del rock a la conquista de Cap Roig

El cantante británico recorrió sus cerca de seis décadas de carrera en buena forma, arropado por su banda paritaria, en la noche de apertura del festival de Calella de Palafrugell

Rod Stewart en Cap Roig 2023, este viernes 14 de julio

Rod Stewart en Cap Roig 2023, este viernes 14 de julio / Ferran Sendra

Jordi Bianciotto

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Cap Roig se anotó a un ‘vip’ de los anales del rock para dar empaque a su sesión inaugural, este viernes en el jardín botánico: Sir Rod Stewart, bien dispuesto a recorrer las piezas más populares de un catálogo de canciones que ahonda raíces en los años 60. Noche de risueña sociabilidad y solaz veraniego para un concierto regado por tonadas muy reconocibles, con la herencia del rock’n’roll y el guiño al folk celta, hitos de la ‘disco music’ y baladas románticas que este reconocido hincha del Celtic de Glasgow recorrió luciendo su eterna voz rota y su sonrisa con vestigios canallescos.

Un Rod Stewart que ya anda por los 78 y que ha contrariado a aquellos que, años atrás, auguraban que acabaría dedicando sus días al estándar americano de ‘piano-bar’ entre efluvios de jazz. Algo de eso hubo en su último concierto en Barcelona (Palau Sant Jordi, 2005), pero nada en absoluto en Cap Roig. Aquí se alzó el dinámico ‘frontman’ de educación rockera, juguetón con su tropa femenina (seis de los doce integrantes de la banda), que lo rodeó en el primer tema de la noche, ‘Addicted to love’ (tras un fragmento del himno ‘Scotland the brave’), en una réplica de la clásica coreografía de Robert Palmer.

Un toque céltico

El título de la gira, ‘The hits’, lo dice todo, y ahí hay que agradecerle que se detuviera en algunos números antiguos anteriores a la era de la radiofórmula, caso de ‘You wear it well’ y de ‘Ooh la la’, esta de sus días con The Faces, ambas con la asistencia de sendas violinistas. Y ‘Sweet little rock’n’roller’, en honor al pionero Chuck Berry. Chaqueta fuera, luciendo la fina estampa, para estar a la altura en ‘Forever young’, tema maridado con unos ‘jigs and reels’ célticos.

Se abrió paso el Rod de las baladas, derritiendo defensas en ‘I don’t know to talk about it’ y evocando sus experiencias bautismales: la romántica (‘First cut is the deepest’ con arpa mágica) y la erótico-festiva en ese ‘Maggie May’ inspirado en su estreno amatorio a la edad de 16 años. Subiendo el ritmo, ‘Young turks’, con guitarra rockera y sintetizadores de ‘hit’ ochentero. Y ‘People get ready’, en memoria de su amigo Jeff Beck.

Y sí, es cierto que Rod Stewart va por los 78, pero no se le vio forzado ni autoparódico en esas canciones que, al fin y al cabo, cuentan su vida y son parte de él. ¿Por qué debería renunciar a ellas? Con su voz en dignas condiciones (dos décadas después de superar un tumor en la garganta), fue el de siempre, cantando a su gran noche en la peliculera ‘Tonight’s the night’ y divirtiéndonos en ese ‘Da ya think I’m sexy’ con el que nos vaciló, una vez más, como en los viejos tiempos.

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