Entrevista

Miky Woodz, el rapero de barba roja que reivindica la originalidad en la música urbana

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El rapero Miky Woodz - 1

El rapero Miky Woodz - 1 / MAITE CRUZ

Alba Giraldo

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El rapero Miky Woodz ha convertido un complejo en su seña de identidad. Miguel Ángel Rodríguez Rivera tiene una barba roja que lo diferencia del resto de artistas de la música urbana. Aunque en un primer momento su imagen no le convencía, sus fans rápidamente transformaron esta manía en su propio sello. "Me acostumbré y ahora soy lindo con cojones con la barba", asegura entre risas. Esta estética, unida a su estilo y sus canciones, han permitido que no sea un cantante que pasa desapercibido. 

El artista ha visitado recientemente Madrid y Barcelona para interpretar su último disco, 'OG City', y grabar el videoclip de su última canción con Cruz Cafuné, 'Dios #1'. Con el canario vivió una conexión puramente musical cuando escuchó el tema y decidió formar parte de él, ya que no se conocían personalmente. Para el puertorriqueño, España es un lugar que "no puede olvidar", ya que su base de seguidores "sigue creciendo cada vez más".

Una ciudad 'OG'

Hace unos meses, el trapero estrenó 'OG City', un disco en el que recorre su propio mundo y su ciudad soñada a través de rap y reguetón. Después de trabajar durante 2022 en el álbum, el artista considera que ha cumplido con el objetivo y ha llenado las expectativas de aquellos que lo han escuchado: "Es el disco con más madurez mental y enfoque que he hecho". "Mi ciudad soñada tendría de todo un poco y sería para todos los gustos. Un lugar del que no tuvieras la necesidad de salir", explica.

Para crear el disco, el artista de trap hizo varias sesiones de composición con otros productores en lugares como Puerto Rico, Los Ángeles, República Dominicana y Miami. El intérprete encontró su inspiración y su "musa" después de trabajar con perfiles muy distintos. Un proyecto que cuenta con canciones motivacionales, como 'We Don't Know', para "todas esas personas que todavía no han logrado cumplir su sueño", temas personales, como 'Así Soy Yo', y producciones comerciales de reguetón, como su colaboración con Jowell & Randy.

¿Sesión con Bizarrap?

Además del 'featuring' con el dúo puertorriqueño, el rapero se une a J Balvin, Manuel Turizo y Juhn en su último trabajo. "Cuatro temas y conceptos totalmente diferentes", asegura. La música urbana destaca por las constantes uniones entre cantantes, algo que Woodz considera la clave de su éxito: "Hay muchos géneros que no siguen creciendo porque dejan de colaborar. Esto es algo que está ayudando al género urbano a que siga subiendo". En plena consolidación por España, el artista tiene dos nombres en su mente para una próxima canción: Quevedo y Rosalía

Una colaboración que tiene pendiente es la del productor argentino Bizarrap. El intérprete ha asegurado que han estado "en conversaciones", pero no tienen "nada concreto todavía". "Eso está en comunicación, mucha gente lo está pidiendo, solo hay que dejar que las cosas fluyan", comenta el puertorriqueño.

Originalidad

Desde sus inicios, Miky Woodz ha abrazado las siglas 'OG', 'Original Gangster', una terminología del hip-hop que hace referencia a aquellos artistas que poseen una larga trayectoria y se convierten en un ejemplo a seguir para los más nuevos. "No es solo un personaje musical, sino que es mi estilo de vida. Soy así y siempre mi visión ha sido la de ser original, no querer parecerme a nadie y enfocado en mi camino", aclara sobre los motivos por los que adoptó este eslogan.

El rapero considera que actualmente hay artistas que son "seguidores" y "lo primero que ven de moda o funciona quieren hacerlo". "No me enfoco en querer ser el más diferente, simplemente soy yo. Me dejo llevar por mi gusto, por mi visión", relata sobre el secreto de su éxito. Por eso no deja de trabajar para poder ofrecer nuevas canciones a sus fans en los próximos meses: "La música hace el trabajo fuera, no guardada".

El rapero Miky Woodz

El rapero Miky Woodz / MAITE CRUZ

Referente para jóvenes

El cantante se ha convertido en un referente para la gente joven, aunque no pretende ser el ejemplo a seguir: "Siempre he dicho que la música es música, que tomen cómo yo me manejo como persona. Me enfoco en que el mensaje sea real y claro". "A los niños que me escuchan siempre les he dicho que la responsabilidad es de los padres, no de nosotros los artistas, pero sé la posición en la que estoy, sé que soy un ejemplo a seguir para muchos y les diría que tengan los pies en la tierra y respeten todo el mundo por igual", expresa sobre su posición. Por eso, propone tres códigos de conducta en la canción 'OG City': No capeamos feca --expresión puertorriqueña que hace referencia a comprar droga--, No somos más que nadie pero nadie más que nosotros y El respeto por encima del dinero.

A pesar de que intenta siempre ser "transparente, la misma persona dentro y fuera de la música", también trata de buscar un balance entre lo que es su vida privada y su imagen pública. No le gusta compartir todo lo que hace en sus redes sociales, sino que las utiliza como una herramienta de trabajo para promocionar sus proyectos. "Cuando estás en las redes todos los días ya no eres artista, eres cercano para las personas. Tienes que dejarte extrañar un poco, no dejarte ver", expone.

Único motor

Como padre no sabemos si educamos a nuestros hijos pa' enfrentar el mundo o para protegerlos de él, recita Miky Woodz en una de sus canciones. "El mundo es malo y cruel. Hay mucha gente buena, obvio, pero hay mucha gente mala que no tiene principios, no respeta y no tiene código", comenta sobre la historia detrás de esa canción. Una dualidad que intenta expresar con esa frase: "Si uno quiere llevar a sus hijos todo el tiempo por el bien, cuando les toque enfrentarse a las cosas malas no van a saber cómo funcionar, pero tampoco puedes enseñarles toda la maldad que hay en el mundo porque son niños y se dañarían".

Desde que comenzó su carrera, el motor para seguir logrando los sueños y las metas en la música es su hijo. "Al pasar el tiempo, uno sigue madurando, aprendiendo cosas y teniendo otras visiones. Los años no pasan en vano, uno sigue creciendo mentalmente y físicamente", relata. Y es que el mundo de la música no es sencillo, "hay altos y bajos", pero lo importante es "cada tropiezo, cada obstáculo, si chocas con ellos o si te caes, levantarte y seguir para el frente".