Muere el novelista Cormac McCarthy, autor de 'La carretera' y 'No es país para viejos'

Cormac McCarthy, uno de los grandes de la literatura norteamericana concebida al viejo estilo testosterónico, ha fallecido este martes en su domicilio de Santa Fe (Nueva México) según ha anunciado la editorial del autor, quien tuvo su mayor éxito popular en el 2006 con ‘La carretera’, en la que planteaba un futuro posapocalípitico, adelantándose unos años a las visiones negativas sobre el futuro que tanto ha proliferado en la literatura actual. 

La consideración de McCarthy es superlativa, las comparaciones directas de su literatura, que también contiene éxitos como ‘No es país para viejos’, siempre han sido con autores de prosa más musculosa, como Herman Melville o William Faulkner, de quienes fue su mejor discípulo. En sus novelas, especialmente en la que es su obra maestra, el western‘ Meridiano de sangre’, llevó hasta el límite la plasmación de la violencia y llegó al paroxismo con la también excelente ‘Sutree’. Para Harold Bloom que consideraba ‘Meridiano de sangre’ la mejor novela de la segunda mitad del siglo XX, esa obra era “la última dramatización oscura de la violencia”. 

Poco se sabe de la vida de McCarthy, porque aunque no adoptó la vida ermitaña y escondida de un Salinger, concedió muy pocas entrevistas a lo largo de su vida. Se sabe que nació en Providence en 1933 y que creció en las afueras de Knoxville, en Tennesse, donde estudió en su universidad, que abandonó para alistarse en el ejército durante cuatro años antes de volver a sus estudios que tampoco acabó porque la necesidad de escribir se le imponía. En 1965 publicó su primera novela, ‘El guardián del vergel’, mientras trabajaba como mecánico, con muy poca repercusión crítica y lectora. A ella siguieron, ‘La oscuridad exterior’ en 1968 (que escribió durante una larga estancia en Ibiza) e 'Hijo de Dios' en 1973, sobre un asesino en serie que incluía escenas de necrofilia, no aptas para estómagos sensibles. 

Pasados los 50, y tras una vida vagabunda y con numerosos altibajos económicos, publicó ‘Meridiano de sangre’, la cumbre de su novelística, y se coronó como el gran renovador de la vieja épica del western, con una atmósfera y temperaturas casi terroríficas y un estilo que debe mucho a la prosodia bíblica. “Creo que la idea de que los seres humanos pueden vivir en armonía es una idea peligrosa. Los partidarios de esa idea son los primeros capaces de entregar su alma y su libertad”, escribió. 

En 1992, sorprendió a sus lectores con una obra amable, ‘Todos los hermosos caballos’, otro western que esta ocasión inauguró una trilogía sobre dos vaqueros que trabajaban en la frontera entre Estados Unidos y México que ganó el National Book Award y quizá sea la novela más accesible para el lector que quiera internarse en el territorio McCarthy. 

Al autor le interesó mucho el cine. De hecho, ‘No es país para viejos’ empezó siendo un guion que más tarde acabó siendo una novela que los hermanos Coen llevaron al cine en el 2007. Fue el mismo año en el ganó el Pulitzer por ‘La carretera’, un libro de espíritu humanista surgido tras el nacimiento de su segundo hijo, cuando el autor contaba más de 60 años. Sin embargo los trabajos de guion que realizó para HBO ‘The Sunset Limited’ y ‘El consejero’, rodada en España por Ridley Scott recibieron críticas demoledoras. 

En los últimos 20 años, el autor ha residido en el Santa Fe Institut, de Nuevo México, muy interesado por la destrucción del planeta y la responsabilidad que la ciencia tiene respecto a eso. De esa inquietud, 16 años después de que publicara su última novela, surgió el pasado año dos libros que en Estados Unidos se publicaron independientes y en España en un solo volumen, ‘El pasajero’ y ‘Stella Maris’. Fue un intenso canto del cisne de uno de los grandes.

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