La editorial de Tintín y Enid Blyton

Luis Zendrera, editor de la centenaria Juventud: "Habría que eliminar tabletas y móviles de las aulas y tener buenas bibliotecas escolares"

Daniel Fernández: "La cultura de la cancelación no solo cambia la historia, nos hace más ignorantes"

Comprensión lectora, una asignatura pendiente de los menores

La editorial ha publicado los cómics de Tintín.

La editorial ha publicado los cómics de Tintín. / EPC

Anna Abella

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El Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, que otorga el Ministerio de Cultura, ha reconocido a la barcelonesa Juventud, que este año celebra un siglo de vida desde que el 5 de octubre de 1923 la fundara José Zendrera. Una editorial independiente que hoy suma 10.000 títulos publicados, entre otros, éxitos como ‘Las aventuras de Tintín’ y los libros de Enid Blyton, cuya publicación deben al empeño y tesón de su hija Conchita Zendrera, "una visionaria que defendió su publicación en contra de la opinión del resto de la familia, que estaba en el consejo de administración, donde nadie creía que funcionaran. Aún hoy estamos en deuda con ella", recalca su sobrino el editor Luis Zendrera, nieto de José, que hoy sigue llevando el timón de la empresa familiar.  

"El amor por los libros y las figuras de José y de Conchita", destaca Luis sobre las claves de Juventud para mantenerse, cien años después, siendo un "referente de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ)", tal como ha valorado el jurado del Nacional, premio dotado con 30.000 euros, que ha destacado que "ha sabido sumar a los grandes clásicos, una línea de publicación propia, tanto en castellano como en catalán, en la que ha situado la obra de autores nacionales en el panorama internacional". 

Editorial Juventud

Editorial Juventud / Editorial Juventud

Álbum ilustrado

"Mi abuelo ya empezó desde los años 20 publicando, y traduciendo, títulos que por entonces no eran habituales, como ‘La abeja Maya’, ‘Heidi’, Peter Pan’, ‘Alicia en el País de las Maravillas’ o los primeros cuentos en catalán de Andersen y los hermanos Grimm", con ilustraciones de ilustres como Arthur Rackham o Mabel Lucie Attwell, recuerda Luis Zendrera. 


Conchita Zendrera empezó a trabajar con su padre en 1939 y dirigió el departamento de edición infantil durante 40 años. En ferias como la de Fráncfort y Bolonia consiguió los derechos de Blyton, Gianni Rodari o el ‘Pippi Calzaslargas’ de Astrid Lindgren. "Y apostó por Tintín, un cómic que no tenía ningún precedente en España, donde lo que había eran ‘Hazañas bélicas’ y tebeos en blanco y negro más baratos. En cambio, los álbumes de Tintín [de los que conservan en exclusiva los derechos para todo el mundo de la edición en castellano y catalán] eran en tapa dura, a cuatro colores y valían 75 pesetas entonces. Tardaron 4 o 5 años en empezar a tener éxito, pero cuando llegó fue tremendo. Las ventas de ‘tintins’ y de ‘Los Cinco’ de Blyton permitieron a mi tía experimentar con los álbumes ilustrados para niños, por los que apostó contra viento y marea en un momento en que aún no se vendían”. Entre sus autores, Mercè Llimona, Lola Anglada o Joan Junceda. Aún hoy, revela, "muchos escritores e ilustradores me dicen que ella fue la primera persona que les dio una oportunidad".   

Hoy no cambiaría los textos de Enid Blyton. No hay que cambiar una obra original, hay que contextualizarlos y aprender de sus errores

— Luis Zendrera, editor de Juventud

Hace unos años, Juventud recuperó las novelas de Enid Blyton eliminando o corrigiendo expresiones sexistas y racistas, un debate que hoy está de plena actualidad y que afecta también a las obras de Roald Dhal o las novelas de James Bond, por citar algunos casos de la cultura de la cancelación. "Los cambios que hicimos fueron mínimos, como las referencias a que los gitanos eran unos ladrones, nos vimos algo obligados por los editores ingleses. Pero hoy no lo habríamos hecho. Estoy totalmente convencido de que no hay que cambiar nunca el texto original de un autor, creo que los jóvenes deben conocer cómo eran las cosas en el pasado, leerlos conociendo el contexto en que se escribieron. Sea Blyton, Roald Dhal o el mismo Hergé, con ‘Tintín en el Congo’. Deben saber que si Tintín mataba un elefante con dinamita era porque así se hacía en la época. Se cuestiona ‘La Bella Durmiente’ porque despierta por un beso no consentido o Barbazul, que, claro, se cargó a 8 mujeres. Pero los jóvenes deben aprender de esos errores y tener criterio propio. No hay que edulcorarles las cosas, no podemos cargarnos toda la literatura anterior ni hacer ver que no existió", opina Zendrera.    

Editorial Juventud

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De Zane Grey a Stefan Zweig

Juventud, con presencia en más de 40 países, también ha publicado desde sus inicios libros para adultos como los de la ‘Colección Amarilla’, especializada en aventuras, viajes y expediciones como la ‘Kon-Tiki’, de Thor Heyerdahl, todo un hito, o una colección de temática náutica. Fueron pioneras la colección ‘La Novela Rosa’, que daría nombre a la literatura romántica dirigida a lectoras. Y su contrapunto pensado para público masculino, ‘La Novela Azul’, con las popularísimas novelas de Zane Grey. También publicó las primeras traducciones, en ediciones económicas de bolsillo, de autores como Stefan Zweig, Mark Twain o James Oliver Curwood, y a autores catalanes como Marià Manent, Josep Maria Folch i Torres, Josep Maria de Sagarra o Joaquim Ventalló


Baja comprensión lectora

El jurado del Nacional asegura que el "mayor legado de Juventud es haber contribuido a crear una sólida base de lectores que sigue creciendo a lo largo de un siglo". Destaca Zendrera el buen momento de la LIJ, que sigue creciendo, "sobre todo desde la pandemia". Pero lamenta los alarmantes bajos índices de comprensión lectora de los últimos informes. "Son innegables los numerosos elementos que distraen la atención de los niños y jóvenes. Necesitamos que lean y que eso les ayude a formarse un criterio propio. Eso pasa por que haya bibliotecas escolares y bibliotecarios formados que las tutelen. Y, como vemos que ya están haciendo en países del norte de Europa, eliminando tabletas y móviles de las aulas. Da que pensar que los ingenieros e informáticos de Silicon Valley prohíban a sus hijos tocar una pantalla antes de los 15 años. Los padres deben ser conscientes de que las herramientas digitales no siempre son buenas".      

Mientras, entre los hitos recientes de Juventud, las colecciones infantiles de producción propia con conocimientos científicos, como ‘Mi primer libro de Física Cuántica (publicado en 2017 y con los derechos vendidos a 15 idiomas) o ‘El Cerebro Humano explicado por el Dr. Santiago Ramón y Cajal’, de Pablo Barrecheguren. También, la colección de cómic para chavales a partir de seis años que desde 2018 funciona con la serie ‘Narval y Medu’, de Ben Clanton (Premio Eisner al Mejor Cómic Infantil), que se ha revelado como un fenómeno. El objetivo, seguir formando lectores para el futuro.  

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