Una vida en las tablas

Lola Herrera: "No hay papeles para actrices mayores, sólo clásicos"

Lola Herrera interrumpe una función por un móvil que no paraba de sonar

Núria Espert anuncia su retirada: "No tengo intención de aceptar ningún proyecto más"

La veterana actriz acaba de regresar a Barcelona con 'Adictos', una obra sobre los peligros de la nuevas tecnologías

Lola Herrera

Lola Herrera / EPC

Marta Cervera

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Dice que a sus 87 años cuesta encontrar papeles interesantes. Ella que hizo tantas funciones de 'Cinco horas con Mario', de Miguel Delibes, donde se mimetizó con la protagonista del monólogo en diferentes etapas a lo largo de su vida, acaba de regresar a Barcelona con 'Adictos'. La obra -en el Teatro Goya hasta el 4 de junio- enfrenta al espectador con los peligros de la tecnología digital en un mundo distópico donde el ser humano puede ser manipulado y hasta eliminado. "El mundo siempre es complicado. Tuvimos la pandemia y ahora está la guerra en Ucrania. A veces los propios humanos lo complicamos todo. Algunos contribuyen a ello más que otros porque se dedican a jugar con nosotros", comenta. 'Adictos' que interpreta con Lola Baldrich y Ana Labordeta a las órdenes de Magüi Mira, va precisamente de eso. "Vivimos en un mundo injusto. Lo que cuenta el texto no es disparatado, ya sucede pero de manera más localizada y refinada".

Para alguien que no usa redes sociales y que prefiere la comunicación de tú a tú ha sido interesante meterse en la piel de Estela Anderson, una científica que se enfrenta al uso indebido de un programa diseñado por ella. "La tecnología ha facilitado muchas cosas pero hay que tener cuidado con cómo se usa. Hace poco el inventor de la inteligencia artificial hacía advertencias en este sentido. Me pareció peligroso porque la verdadera dimensión de lo que puede ocurrir sólo la tienen los que están en el ajo".

La adicción a las pantallas es algo difícil de entender para la actriz nacida en Valladolid el 30 de junio de 1935. A Herrera le interesa la comunicación de calidad. Nada de TikTok, Twitter, Instagram o Facebook. "Ni me interesan ni tengo tiempo para dedicarles porque tengo muchas conversaciones pendientes con gente a quien conozco, quiero o me interesan. Entonces, ¿para qué hablar o explicar mi vida con gente que no conozco?", se pregunta. Pero las nuevas generaciones, y no tan nuevas, no saben vivir sin una conexión constante.

"Se ha dado un paso de gigante pero no es suficiente. ¿Cuántos productores, directores de televisiones o de teatros son mujeres?"

En 2012 su hijo Daniel Dicenta Herrera escribió un guion para una serie sobre el poder de las nuevas tecnologías y la pérdida de la privacidad que quedó en un cajón. Al no encontrar roles interesantes, quiso recuperar aquella idea y llevarla al teatro con un texto firmado por Dicenta y Juanma Gómez. Ese es el origen de 'Adictos', surgido de la necesidad de encontrar roles interesantes para mujeres de su edad. "No hay papeles para actrices mayores, sólo clásicos. Eso es lo único que me llega. Es como si la vejez no existiera para los que escriben", lamenta. Y eso a pesar del mayor número de autoras y directoras en los últimos años, algo que aplaude. "Se ha dado un paso de gigante, sí, pero no es suficiente. ¿Cuántos productores, directores de televisiones o de teatros son mujeres? Existen otros tamices en la cadena". 

Nada de jubilarse

A diferencia de Núria Espert, otra gran dama del teatro a la que admira, Herrera no contempla por ahora la retirada. "Núria es una grandísima creadora, una actriz valiente que ha renovado y aportado mucho al teatro, especialmente en los años negros de este país", comenta en referencia a la dictadura de Franco. Confiesa que le encantaría verla en el Romea pero resulta imposible dada la coincidencia horaria de sus respectivas funciones. "Ya la veré cuando la representen en Madrid. Lo último que vi de ella fue 'La violación de Lucrecia'. Fui con Carmen Maura y ambas salimos completamente alucinadas. Era como haber aterrizado en otro planeta".

"El teatro es una disciplina y una forma de vida. Cambiarla a mi edad puede significar acabar en una silla"

Herrera luce maravillosa en escena, algo que el público comenta al acabar la función. Asegura disfrutar de cada segundo sobre las tablas. "Pocas cosas me gratifican tanto como el teatro. Mientras pueda, no pienso irme a casa. El teatro es una disciplina y una forma de vida. Cambiarla a mi edad puede significar acabar en una silla. Si me ha de ocurrir algo, mejor que sea andando", dice resuelta. "Además, cuando estoy dolorida y salgo al escenario se me pasa todo. Cuesta de explicar pero es apasionante".

lola

Lola Herrera y Lola Baldirch en un momento de 'Adictos'. / EPC

La veterana actriz transmite seguridad en sí misma y la honestidad de quien habla claro. "Tengo los achaques normales de mi edad. Lo único que cuido es mi alimentación. El resto se lo debo a los genes. Por el momento, mi cabeza está en muy buenas condiciones". Añade que si algo la ha ayudado a ser más feliz es centrarse en aquello que sabe hacer. "Aunque soy una persona muy exigente, no malgasto el tiempo en aquello que se me resiste. Me propongo cosas sencillas y las cumplo".

"A esta edad te vienen todos los galardones porque a alguien se los han de dar y cada vez somos menos"

Los premios, señala, suponen siempre una alegría pero no cambian nada. "A esta edad te vienen todos los galardones porque a alguien se los han de dar y cada vez somos menos. A los viejos siempre nos toca algo", bromea. Entre sus últimas conquistas figura el Talía de Honor a su trayectoria otorgado por la Academia de las Artes Escénicas. Alguna ventaja había de tener ser una de las grandes damas del teatro, término que no es muy de su agrado. "Me parece algo rimbombante. Soy un cómica vieja o mayor. No podemos obviar que nos hacemos mayores. Pero la sociedad tiende a ignorar a la gente mayor, les abandona. Es vergonzoso".