Las casas con duende surgidas del confinamiento

Casas paragua, casas caracol, casas que navegan, chozas africanas, apartamentos en un macro edificio de Japón, un piso al lado de la gaudiniana Pedrera de Barcelona, grandes rascacielos, un bloque de vecinos de Girona, hogares de Chile, México, Irlanda… Y solo una, la primera, de las casi 40 ilustraciones del mallorquín Pep Carrió reunidas en ‘Casas’ tiene que ver con el covid: es un rostro cubierto con una mascarilla en forma de vivienda. Ello, aunque el embrión de este bello y cuidado libro de Nórdica se gestara en plena pandemia. Primero fue la imagen, luego el texto: durante el confinamiento, la escritora y poeta chilena María José Ferrada le propuso ‘habitar’ cada una de las casas con distintos personajes de distintas partes del mundo que protagonizan y dan nombre a sus micro textos.

"Es una reflexión con estilo literario y poético sobre cómo nos relacionamos con los lugares que habitamos, ahora que tanta gente tiene problemas para tener una vivienda", señala el editor de Nórdica, Diego Moreno de un proyecto que en su inicio "fue terapéutico", admite Carrió desde Madrid. "Estábamos confinados, entramos en un espacio extraño, cada uno en su habitáculo. Y, siguiendo con mis cuadernos visuales que llevo hace años, llené el tiempo colgando dibujos diarios de casas en Instagram". 

Ilustración de Pep Carrió de 'Casas'.

Y desde Chile, Ferrada, que ya había trabajado con él en 'El lenguaje de las cosas' y 'La tristeza de las cosas', vio aquellas imágenes de casas y contactó con él con la propuesta de acompañarlas de un texto escrito especialmente para cada una. "En aquel momento en que estábamos todos tristes -apunta la autora- planteé subir los ánimos con escritos en tono de humor, con duendes, con personas que saltan de una casa a otra, que se recuerdan, se caen bien o mal, textos que hacen pensar en que se puede estar bien en un espacio pequeño y precario pero mal en una casa gigante y preciosa".

Ilustración de Pep Carrió de 'Casas'.

"No hay ni un relato triste ni quejumbroso. Sino un enfoque abstracto, lúdico y abierto, con locos personajes que podrían generar por sí mismos una novela", constata Carrió, que añade que se dio cuenta de que muchas de las ilustraciones formaban un corpus ligado por una omnipresente paleta de azules, colores que salieron de aquellos tiempos de pandemia. "El azul se apropió de muchas páginas, igual que lo vegetal. Quizá por la necesidad de mirar hacia afuera, hacia el cielo, hacia la naturaleza, que es lo que más eché de menos". 

Ilustración de Pep Carrió de 'Casas'.

Para Ferrada, trabajar sobre las imágenes de otro "es como entrar en el sueño o andar por el jardín de alguien, tienes el camino trazado, pero puedes andar con total libertad. Primero pensaba dónde situar cada imagen en el mapa del mundo y luego buscaba nombres de personas y calles que encajaran. Si logras situar físicamente un personaje su historia aparece con mucha naturalidad".   

No tenían previsto que acabara siendo un libro, pero una editorial de México se brindó a ello y, manteniendo la confianza y la complicidad, hicieron una selección. Luego se publicó en Italia y, ahora, en España.  

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