Entrevista

El cuento de debut de Júlia Sardà: un mundo fantástico arrollador y la belleza de las niñas salvajes

La prestigiosa ilustradora catalana debuta como autora con 'La reina en la cueva', cuento sobre la relación entre hermanas y el paso a la primera adolescencia

La ilustradora Júlia Sardà, en el pasaje de la Pau de Barcelona

La ilustradora Júlia Sardà, en el pasaje de la Pau de Barcelona / Laura Guerrero

Desirée de Fez

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'La reina en la cueva' es un cuento sobre la relación entre hermanas, sobre alejarse de la infancia, sobre la extrañeza en la niñez cuando se vislumbra un cambio de etapa, cuando la posibilidad de la aventura es tan aterradora como excitante. Aunque no es solo un cuento infantil, 'La reina en la cueva' es también una invitación para los más pequeños a entrar en un mundo fantástico arrollador, lleno de belleza pero también de oscuridades y misterios. Y es el primer libro como autora y escritora de Júlia Sardà (Barcelona, 1987), una de nuestras ilustradoras más internacionales.

Para la artista, que ha ilustrado numerosos libros, entre ellos 'Mary, que escribió Frankenstein' y 'Los Liszt', no ha sido fácil empezar un libro sola y desde cero. "Empecé a trabajar en 'La reina en la cueva' hace varios años, y me costó entender de qué quería hablar porque era la primera vez que me pasaban el micro para expresarme. Aunque pones parte de tu imaginario, cuando ilustras eras una mano al servicio de una historia de otro. Por eso tenía ganas de probar a hacerlo yo sola aun sin saber al principio de qué hilo estirar", cuenta Sardà.

LIBRO

Imagen del interior de 'La reina en la cueva' / BLACKI BOOKS

Amor entre hermanas

Al final, para contar la historia de Franca, Carmela y Tomasina, tres hermanas que se adentran en el bosque en busca de la reina que guía los sueños de la mayor, la autora tiró de dos hilos: su fascinación por el lado oscuro de las cosas y su historia familiar. "Cuando empecé a pensar en el libro tenía muy presente a David Lynch. Me gustaba el magnetismo hacia el lado oscuro, cruzar límites a otros lugares. Pero no sabía cómo vehicular esa idea. Decidí entonces volver a mi infancia y recordar cómo me había sentido yo de niña frente a ese ‘desconocido’. Conecté con los veranos en Rupià, en el Empordà, con mis primos, cuando éramos libres y no había adultos, cuando el mundo era un mundo de niños salvajes en el que simplemente teníamos que descubrir y aprender a relacionarnos. Empecé a tirar de ese hilo y a hablar de mí y de mis primas, de las jerarquías entre niños, de los triángulos y las uniones, de cómo se juntan y se rompen, de cómo de golpe uno está a punto de cruzar la barrera de la adolescencia mientras los otros están pensando en dar el salto o no".

Con ecos de 'Donde viven los monstruos', tanto del cuento de Maurice Sendak como de la adaptación al cine de Spike Jonze, y de 'Dentro del laberinto' (Jim Henson, 1986), 'La reina en la cueva' tiene el don de hablar de ese paso a la primera adolescencia tanto desde los ojos de la niña que lo experimenta como desde la mirada de las hermanas que lo presencian. "Por edad, yo era la segunda, la que observaba, la que iba un paso por detrás. Y quería reproducir esa sensación de ver a la otra y pensar: ya no eres tú, eres otra, hay partes de ti a las que ya no podré acceder nunca pero sigues siendo tú", explica Sardà, que no duda en incorporar en sus dibujos la oscuridad, el misterio y la abstracción.

En 'La reina en la cueva' se abre la puerta a la fantasía como un lugar en el que hay cosas maravillosas pero también otras oscuras: "Es un tema complicado con las editoriales porque está lo que llaman 'kids friendly', pero para eso existen las metáforas, que pueden servir para mostrar cómo los niños a veces se encuentran ante situaciones y sentimientos que no saben cómo expresar o nombrar".

LIBRO

Imagen del interior de 'La reina en la cueva' / BLACKIE BOOKS

'Apocalypse Now'

Más allá de su la potencia de su historia, su calado emocional y su capacidad de reflejar el presente, 'La reina en la cueva' se distingue por la belleza de sus ilustraciones, en las que Sardà despliega un universo fantástico en el que se encuentran los referentes más variados: "Mis dibujos son un compendio de las películas que me gustan, de la música que escucho. También hago mucha investigación, miro desde tapices noruegos de los años 20 hasta mosaicos de pueblos italianos o láminas japonesas. A nivel de color, por ejemplo, me inspiran Carson Ellis y Studio Ghibli. Y una referencia de 'La reina en la cueva' fue 'Apocalypse Now'. Si te fijas, ambas historias van de ir en busca de alguien que, de alguna manera, te acaba devo-rando. Y el humo rosa que hay por el libro, los niños que llevan el fuego o la decoración de la cueva también vienen de esa película, de la parte más psicodélica de la jungla", cuenta Sardà.

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