Concierto multitudinario

Bad Gyal, jefa con causa en el Palau Sant Jordi

La cantante catalana dominó el juego a cuenta de sus himnos urbanos, con seguridad, respaldo coreográfico y perreo, en un concierto en el que adelantó temas del que será su primer álbum, ‘La joia’

MULTIMEDIA | Bad Gyal, referente cultural

Jordi Bianciotto

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Contra lo que pudiera parecer, el de Bad Gyal no es un fenómeno supersónico ni tiene aspecto de ‘one hit wonder’, porque nuestra diva del Maresme lleva siete años grabando canciones laboriosamente (desde los 19), si bien su progresión como ídolo ha sido tirando a atómica. Rosalía al margen, que come aparte, su Palau Sant Jordi de este sábado fue el triunfo más incontestable de la escena urbana catalana, trabado a golpe de cadera, lírica filo-porno y revisión drástica del canon pop por la vía tropical.

Desinhibición total, arriba y abajo del escenario, y una Alba Farelo que aguantó las miradas con la seguridad de una estrella consolidada. ‘Top’, falda breve y trasparente, aparatosas botas. Andares de vedete de ‘peepshow’, tumbándose en el podio, poniendo a temblar nalgas y muslos al son de delicadezas como ‘Pussy’, ‘Tremendo culón’ o ‘Aprendiendo el sexo’. Y esa celebrada ‘Zorra’, dedicada al machote infiel.

Más fiesta que palabrería

Tan segura de sí misma como se la ve, y se le trabó la lengua al dar las buenas noches. “Deben ser los nervios”, aventuró, en su único momento de flaqueza de la noche. “Hablar no se me da muy bien”, añadió, y evitando percances mayores, apostó por lo suyo, “montar una fiesta”. Y ahí la tuvimos, Bad Gyal jefa, dominando un escenario en el que solo había margen para el avezado sexteto de bailarines. Tres tarimas móviles, montaje de vídeo y ‘leds’ de club de madrugada.

Su modo de desarrollar su carrera dice mucho de estos tiempos: ‘mixtapes’, canciones sueltas, ‘featurings’ en discos ajenos, un epé y, por fin, un primer álbum que, anunció ella, se titulará ‘La joia’ y saldrá en algún momento de este año. El repertorio, con tendencia al ‘medley’ comprimido, adelantó temas nuevos, entre ellos ‘Chulo’, publicado este viernes, insinuando una continuidad de ese patrón sonoro asentado en el jamaicano dancehall y otros ritmos hermanos. Canción que funde sexo y fagocitación del lujo, con joyas y pistolas en la pantalla, acompañando rimas meridianas: “Huele a Baccarat, fumándose un puro / Tiene cara que en la cama te da duro”.

Lo de Bad Gyal podrá resultar intragable para muchos adultos educados en las tradiciones musicales seculares, pero cuantos más aspavientos cause, más reforzará su razón de ser. De eso van, y no de otra cosa, las fracturas generacionales, y ella encarna la suya con una dominadora presencia escénica. Renovado el vestuario al final del ‘show’ (rojo con lentejuelas, botas doradas), fundió su canto con el del público en un subidón arrollador a cuenta de cartas como ‘Nueva York’ y ‘Fiebre’, invitando a sospechar que la cacareada Generación Z (o parte de ella, que son tiempos líquidos) dispone ya de su lista de himnos para corear (y perrear).

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