Estreno en el coliseo

Tosca coquetea con Pasolini en el Liceu: las 5 claves de un montaje controvertido

Los personajes de la popular ópera de Puccini conviven en el escenario con el escritor y director de cine italiano en el nuevo montaje de Rafael R. Villalobos, que se estrena este miércoles

Un ensayo de 'Tosca' en el Liceu

Un ensayo de 'Tosca' en el Liceu / EPC

Pablo Meléndez-Haddad

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Después de que el curso pasado el Liceu ofreciera nada menos que cuatro óperas de Mozart, este año le toca a Puccini. Tras las tres muy poco programadas que integran el 'Trittico' que pudieron verse en diciembre, ahora llega una de las más populares del compositor italiano, 'Tosca', cuyas 14 funciones entre el 4 y el 21 de enero acogerán unos 30.000 espectadores. Y si en la propuesta anterior la ‘regista’ Lotte de Beer metía a las tres óperas del ‘Trittico’ en un túnel del tiempo, en la nueva ‘Tosca’ liceísta – una coproducción del Gran Teatre con Bruselas, Sevilla y Montpellier– ideada por el sevillano Rafael R. Villalobos los personajes de la ficción pucciniana nacidos del libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa –inspirados en el drama que Victorien Sardou escribiera para la actriz Sarah Bernhardt– compartirán escenario e interactuarán nada menos que con el director de cine, filosofo, escritor, poeta y dramaturgo Pier Paolo Pasolini. Y, de paso, con algunos de sus personajes y amigos, incluyendo a la legendaria Maria Callas, a quien dirigiera en la película ‘Medea’ (1969) cuando la diva ya se había retirado de la ópera. 

Trama paralela con otros personajes

Villalobos asegura que quienes acudan a ver el drama de la cantante Floria Tosca y de su amante, el pintor Mario Cavaradossi, quienes se enfrentan al lascivo barón Vitellio Scarpia, el jefe de la policía romana que intenta violar a Tosca y que por celos y por motivos políticos manda fusilar al pintor muriendo asesinado él mismo por la cantante, podrán verlo tal y como se narra en el libreto. La diferencia con otros montajes es que en esta propuesta aparecerán otros personajes que darán vida a una trama paralela: la de Pasolini y su mundo.

Persecución política

Para el director de escena, ‘Tosca’, entre otros aspectos, es una obra que habla de artistas perseguidos políticamente. Al igual que sucedió con el contestatario Pasolini, Cavaradossi, el amante de la protagonista de la ópera de Puccini, es un artista que lucha en la clandestinidad en favor de las libertades (en su caso contra la República Romana de 1798-1799, satélite del imperio napoleónico), y establece un paralelismo entre ambos. Pero hay más: Villalobos –y en esto no es el primero– vincula a Scarpia con los fascistas de la República de Salò que Pasolini vivió de pequeño y a Floria Tosca con Maria Callas, íntima de Pasolini y a quien el artista intentó ayudar construyéndole una carrera como actriz cuando la diva estaba retirada de los escenarios.

Rafael R. Villalobos, en un ensayo de 'Tosca'

Rafael R. Villalobos, en un ensayo de 'Tosca' / EPC

Pasolini, de niño a adulto

En esta propuesta diversos retazos de la vida de Pasolini se entremezclan con la trama pucciniana. Así, un Pasolini niño es testigo de encuentros furtivos y de torturas, mientras que, ya de adulto, aparece con parte de su imaginario, con una Tosca-Callas o con amantes desnudos para posteriormente morir en paralelo a la muerte de Cavaradossi.

Los escenarios

La ópera de Puccini se ambienta en tres edificios de Roma que aparecen esquemáticamente en la puesta en escena ilustrados con pinturas del artista Santiago Ydáñez: la iglesia de Sant’ Andrea della Valle donde Cavaradossi (Ydáñez) pinta un retrato de María Magdalena, templo en el que también ayuda a escapar a un huido de la justicia, donde le visita Tosca y donde acude Scarpia tras los pasos del fugado; el palacio Farnese, adornado por fastuosos frescos (que Ydáñez reinterpreta inspirado en la polémica ‘Salò o los 120 días de Sodoma’ de Pasolini), sede de la jefatura de la policía política y hogar de Scarpia en el cual Tosca ofrece un concierto y posteriormente es chantajeada y forzada por el barón, quien a su vez tortura al pintor y que, finalmente, es asesinado por la protagonista; y el Castel Sant’ Angelo, prisión de Cavaradossi, donde el pintor muere fusilado y desde cuya azotea, a los pies del famoso ángel, Tosca se lanza al vacío suicidándose.

Puesta en escena de 'Tosca', la ópera de Giacomo Puccini dirigida por Rafael R. Villalobos en el Liceu.

Puesta en escena de 'Tosca', la ópera de Giacomo Puccini dirigida por Rafael R. Villalobos en el Liceu. / LICEU / KARL FORSTER

Reacciones encontradas

La propuesta de Rafael R. Villalobos ya se ha visto en Bruselas y Montpellier, despertando toda clase de reacciones. Ante el estreno liceísta el tenor Roberto Alagna y su esposa, la soprano Aleksandra Kurzak, contratados como protagonistas del primer ‘cast’, decidieron renunciar y apartarse de la producción al no estar de acuerdo con la propuesta del ‘regista’ español. Para justificar su renuncia, en unas durísimas declaraciones, Alagna afirmaba que se negaba a ser rehén “de un proyecto que trata de violencia, sadomasoquismo, pedofilia, desnudez –aunque los desnudos sean lo menos grave–, situaciones de total incoherencia respecto a la ‘Tosca’ de Puccini. No tiene sentido hacer de Pasolini el personaje principal”, asegurando que, en alusión a ‘Salò o los 120 días de Sodoma’, “intentar reproducir la película en la obra maestra de Puccini me parecía de muy mal gusto”. El cantante francés, uno de los más aclamados de su cuerda, aseguró que cuando vio la película de Pasolini no pudo acabarla: “Me asqueé tanto que cogí la cinta de vídeo y la tiré a la basura”.

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