Los 10 mejores discos españoles de 2022 (más allá de 'Motamami')

'Tiene que ser para mí', de Natalia Lacunza

De ‘OT’ 2018 a la revelación como creadora pop: esta pamplonica nos envuelve, en su debut largo, con un sugerente diario íntimo, hecho de sus tribulaciones sentimentales, entre ambientes ensoñadores, trazos electrónicos y giros melódicos con miga.

'Ses entranyes, de Xarim Aresté'

Lejos del baile de tendencias se mueve este cancionista libre y genuino, as de la guitarra, creciéndose en un paseo por tonadas con ángel que se alimentan de soul, folk y blues. Oigan ‘Ja no hi ets’ y sucumban ante su melodiosa pureza de espíritu.

'L’aigua clara', de Mishima

La troupe de David Carabén da otro paso firme en su crecimiento como banda pop adulta casando como nunca filigranas melódicas y aventurados encuadres líricos. Su arte de la canción deja un saldo delicioso, con épica contenida y retratismo irónico.

'La Babilonia', de Mariola Membrives

Ya son infinitos los caminos del flamenco, y ella elige uno de los más alambicados, brindando su voz mayestática a un relato feminista (con raíces en la cultura sumeria) y fundiendo jondo y art-rock, mística, sensualidad y denuncia. Agitador peliculón.

'Un minut estroboscòpica', de Antònia Font

Una década después de su adiós, el grupo mallorquín recuerda por qué es un nombre supremo del moderno pop en catalán. Más sereno, igual de mágico, casa esbeltas melodías y cavilaciones (filosóficas, medioambientales) en la añorada voz de Pau Debon.

'Dies d’attrezzo', de Da Souza

Semioculto tesoro del pop mallorquín, lleva al laboratorio sus hospitalarias ideas con inventiva y cercanía, haciendo de la canción un artefacto dulcemente imprevisible. Aquí, a cuenta de los días que parecen rutinarios pero que son importantes.

'Miqui Puig canta vol. 7', de Miqui Puig

El excantante de Los Sencillos, en la misión de hacernos bailar, si no llorando, agitando nuestra memoria sentimental entre neones synth-pop y guiños al italo-disco y al acid house. Exquisitas amistades: rescate de Irantzu Valencia (La Buena Vida).

'Cuatro chavales', de Carolina Durante

No todo está perdido para el rock de guitarras entre las nuevas generaciones: estos veinteañeros de Madrid descuellan en este segundo disco portador de urgencia punk, tonadas pop y un lirismo con entrañable mala uva. Para empezar el día con energía.

'Kor Kor Lake', de Rojuu

Entre las mil caras del último pop, atención a la que destapa el barcelonés Roc Jou (19 años), con quebradizos ecos ‘emo’, alta resolución melódica y textos propensos a la melancolía y el escepticismo vital. Emergente faro generacional (y algo más).

'Motomami', de Rosalía

Si ‘El mal querer’ (2018) deslumbró con su complexión catedralicia, el relevo atrapa de otro modo, como un crisol ultramoderno hecho de ‘beats’ vanguardistas y sentidos vestigios jondos, tonadas en neolengua y reguetón del futuro, sexo y mística, con su clímax en esa ‘Sakura’ que despide reflejos del arte flamenco de Lole y Manuel. Un nuevo pop entra por la puerta grande, transformador, audaz y divertido. Y más allá de la trepidante colección de canciones, ‘Motomami’ desliza una forma de vida.