Adiós a Calpurnio y su Cuttlas: un 2022 negro para el cómic

Un año negro este 2022 para el cómic español, que sigue de duelo por Miguel Gallardo, Carlos Pacheco, Juanito Mediavilla, Miguel Fuster. Y ahora se ha ido Calpurnio. El dibujante aragonés (Zaragoza, 1959), creador del personaje de Cuttlas, ha fallecido este jueves a los 63 años tras una larga enfermedad.

Aunque hace un año había anunciado que a causa del cansancio se despedía de su famoso personaje, había seguido activo hasta el último momento: preparaba un nuevo trabajo, obra suya es el cartel del Salón del Cómic de Zaragoza, que abre sus puertas este mismo viernes, y el pasado septiembre publicaba una obra monumental tras cuatro años titánicos: la ‘Ilíada’ de Homero, dentro de la colección ‘Clásicos liberados’, de Blackie Books), con 850 ilustraciones, fieles a su particular estilo, con más de 10.000 personajes, tal como había hecho anteriormente con la no menos enorme ‘Odisea’. 

Muere el ilustrador y dibujante de cómic Calpurnio, creador de 'Cuttlas'

Calpurnio, Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón, se había forjado en revistas como ‘El Víbora’, ‘Makoki’ y publicado en ‘Interviú’, pero la fama le llegó gracias a ‘El bueno de Cuttlas’, un vaquero estudiadamente minimalista y de sencillísimo trazo, como la mayoría de sus personajes -"monigotes", como los llamaba él mismo-, que empezó siendo una parodia del wéstern, con escenas típicas del Lejano Oeste, como duelos, indios, pistoleros y malvados, aunque también con personajes como 37, un extraterreste verde. Pero Cuttlas evolucionó para vivir sus aventuras al tiempo que mostraba sus inquietudes metafísicas reflexionando con humor sobre la vida, las relaciones humanas, la tecnología, ciencia o el arte. Gracias a él, Calpurnio era capaz de tratar sobre cualquier tema.

Escena del caballo de Troya de Calpurnio para la 'Odisea' de Blackie Books.

Doble resurrección

La serie de Cuttlas, nacida en 1983 en el fanzine ‘El Japo’, le acompañó durante 37 años, publicada en ‘El Víbora’, ‘Makoki’ y en prensa, en ‘El País’ o ‘20 minutos’, aunque llegó a ‘matar’ al personaje dos veces, la primera en 1989, para resucitarlo en 1994, como un actor de Hollywood que interpretaba a Cuttlas. Volvía a terminar con él dos años después para rescatarlo en 1998 gracias a la reconstrucción de su ADN, sacado de su sombrero. Calpurnio reunió sus tiras en diversos libros, como ‘El hombre del Oeste’, ‘El pistolero molecular’, ‘El signo de los tiempos’, ‘Esto no es un cómic’, ‘Solo somos monigotes’ o ‘El vaquero samurái’ (evolution Comics). 

En 2016, año en que recibía el Gran Premio del Salón del Cómic de Zaragoza, lanzaba un nuevo plantel del alocados personajes en ‘Mundo plasma’ (Reservoir Books; Premi Ciutat de Palma de Cómic 2016). Luego emprendía las versiones de las obras de Homero en Blackie, auténticas piezas maestras. Para ellas inició un tenaz trabajo de documentación. "Llegó a saber más que nadie de ninfas y dioses, de armas y barcos, de héroes y batallas. Nada en sus aparentemente simplísimos dibujos es casual. Cuando se metió en la ‘Ilíada’, ya era una autoridad en el mundo de la antigüedad clásica", constatan desde la editorial. 

Portada de 'Mundo Plasma', de Calpurnio

Historietista e ilustrador, realizó también fanzines, numerosos carteles, portadas de discos, películas de animación, murales, exposiciones, guiones. En 1997 también había hecho videocreaciones abstractas como videojockey, con el seudónimo de ERRORvideo, y había presentado obras en festivales de música electrónica.  

Trabajando en 'El libro del Tao'

Hace solo un par de meses aseguraba en una entrevista al divulgador y crítico Gerardo Vilches que había decidido finalizar la serie de Cuttlas por el cansancio y una pereza que nunca antes había experimentado. Entre las claves de su éxito para conectar con el lector, citaba su "dibujo simple y ancestral" y "buenos guiones". Pese al fin del personaje, encaraba el futuro pensando en nuevos desafíos. Así lo confirma la editorial Blackie Books, con la que estaba preparando una edición de ‘El libro del Tao’, de Lao Tsé. "Sabíamos que estaba enfermo, pero nos daban esperanzas su incansable entusiasmo, y la fe e ilusión en el nuevo proyecto. La última vez que hablamos, le dejamos dibujando al viejo Lao Tsé, montado en su buey, que iniciaba su viaje. Hoy Calpurnio ha emprendido el suyo". Quizá vistiendo el sombrero del bueno de Cuttlas, en busca de su nueva banda, Gallardo, Pacheco, Mediavilla y Fuster.

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