Certamen musical

El Cruïlla cierra filas con su 95% de público local

El festival da por óptima la cifra de asistencia, 72.000 personas, algo por debajo de los 77.000 de 2019, y recuerda: “no queremos ser los más grandes, sino los mejores”

FESTIVAL CRUÏLLA

FESTIVAL CRUÏLLA / EFE / Marta Perez

Jordi Bianciotto

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El Cruïlla no quiere entrar en la guerra de cifras de asistencia con otros festivales y desea marcar un perfil propio basado “en la proyección de Barcelona como ciudad creativa” y “sin necesidad de hacer un acontecimiento para vengan turistas”, ha explicado este sábado su director, Jordi Herreruela, en la rueda de prensa de balance de esta edición. 

El 95% del público de este año ha provenido de Catalunya, ha indicado, cifra que contrasta con la mayoría ‘guiri’ registrada por la otra muestra del Fòrum, el Primavera Sound.

Aunque Herreruela, bromeando, ha señalado que este año no iba a dar a la prensa el recurrente titular sobre el récord de convocatoria, ese clásico festivalero, ha acabado dando las cifras: 72.000 asistentes, algo por debajo del registro de 2019 (77.000), en el que ha tenido algo que ver, deslizó, el amago de lluvia del miércoles, que dejó en casa a unos 2.000 compradores de abonos (del total de 9.500).

“Pero hace años que decimos que no queremos ser los más grandes, sino los mejores”, ha subrayado el responsable de la muestra, para quien la prioridad es que “la gente de la ciudad se encuentre con un acontecimiento hecho para ellos”. 

Temor de sobreoferta

El contrato del Cruïlla con la empresa municipal B:SM para el uso del Fòrum expira con esta edición, pero el director ha dicho sentirse tranquilo. “No tenemos la sensación de que vaya a haber ningún problema para renovar”, ha confiado Herreruela, que sí ha advertido, como ya hizo el pasado invierno, del temor de que Barcelona pueda sufrir un “exceso de oferta” en la agenda musical. “No tengo claro que haya público para todo”.

Por ello, ha confesado que vislumbra “un punto de pausa”, a título interno, para observar “lo que pasa en el mundo”, y ha añadido que “la capacidad de adaptarte a las situaciones es una virtud, como el Cruïlla ha demostrado”.

Ahí se ha referido a la edición reducida de 2020 y al formato con test de antígenos de 2021 para apuntar que el festival “sigue marcando el camino hacia un modelo de festival abierto y plural, cómodo y amable, identificado con Barcelona”.