Baja dolorosa en el comercio barcelonés

Cierra la tienda de discos Music World: "No lo dejamos, nos lo hacen dejar"

El carismático establecimiento del Eixample, templo del vinilo, baja la persiana después de 31 años porque la propiedad no le renueva el contrato de alquiler

Music World

Music World / Jordi Cotrina

Jordi Bianciotto

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Las estanterías ya comienzan a clarear, pero Music World tiene reservas en la trastienda. “Cajas que tengo guardadas, con discos que vamos colocando cada día en la tienda, pero mi mujer y yo no damos abasto”, suspira José Luis Fernández Alfaro, que durante 31 años ha capitaneado, junto a su esposa, Carmen Cuñado, este gran bastión del vinilo (y el CD y el DVD) en el Eixample, ahora decorado con carteles que anuncian ‘liquidación total’ y ofrecen descuentos del 20% y el 50%.

Sí, Music World cierra, obligado por las circunstancias de un alquiler que expira sin posibilidad de prórroga. “Nos han dicho que no nos renuevan el contrato. Pensábamos que nos renovarían un añito más, o dos, pero no ha habido manera”, explica José Luis, deportivamente resignado. Se lo toma con filosofía. “Ha llegado el momento. Yo ya estaba cansado, aunque la música me animaba. He cumplido 68 años, y a ella le falta un año para jubilarse”.

De 10 céntimos a 1.000 euros

El 8 de junio culminará la cuenta atrás para esta tienda de Rosselló-Enric Granados, que en otros tiempos convivió con otros tres establecimientos, dos de ellos en Tallers, en la que fue milla de oro del comercio discográfico (y donde bregan algunos veteranos: sendos locales de Revólver, así como Impacto y Tesla). En Music World firmaron discos artistas como Los Planetas, Los Suaves o el que fuera cantante original de Iron Maiden, Paul Di’Anno.

Ahí siguen, unos días más, las cajas de fruta llenas de elepés y ‘singles’ con las que atraen las miradas de los viandantes. Clientes y amigos acuden a la caza tanto de ejemplares codiciados como de gangas. “Vinilos de Oasis que en su día se publicaron en tiradas muy cortas”, explica José Luis, poseedor de uno de los vinilos más buscados de España, el del primer álbum de Vainica Doble, publicado por el sello Ópalo en 1971. “Se está vendiendo a 1.000 euros y más, y yo lo tengo a un precio un poco más bajo”. En el otro extremo, compactos a 40, 20 y 10 céntimos. “Los de 10 céntimos ya han volado, pero hemos tenido montañas”.

Continuidad en la red

Music World baja la persiana, pero mantendrá vivo el comercio ‘on line’, con la marca chcarmen, en la web Todocolección y en otros portales, como el mismo Amazon. Porque José Luis lleva la compraventa ‘musiquera’ en la sangre. “Mi mujer dice que estoy loco, que deje de comprar ya, pero si me traen discos, yo sigo comprándolos. La música es mi pasión, y si no los vendo aquí, ya los venderé en internet o me los quedaré yo”. Y el espíritu de la tienda seguirá coleando en la ‘playlist’ que ha abierto en Spotify, Rock Legends, trufada de clásicos como los Stones, Chicago o Led Zeppelin. Con ella, cuenta, desea ”dejar un legado a la gente que ama el rock y que escuchaba las canciones que ponía en la tienda o que cantaba yo mismo”.

Nos dicen que actualmente las fábricas de vinilos no dan abasto para satisfacer la demanda, mientras tiendas como Music World no pueden resistir. Contrastes. “Pero yo no he caído. No lo dejamos, nos lo hacen dejar”, medita José Luis, que dice haberse hecho a la idea sin elevarla a tragedia. “¿Llorar? Algún cliente sí que ha llorado”. Para el día 8 por la tarde convoca a amigos y simpatizantes a “una fiesta a la que vendrá toda Barcelona”, augura. “Pondremos cava, sortearemos algún vinilo y haremos algo chulo”.

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