Crítica de cine

Estrenos de cine: 'Un pequeño plan... cómo salvar el planeta', inocencia muy cáustica

Una película tan pequeñita como lúcida sobre el ecologismo, el compromiso y la brecha generacional

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Quim Casas

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El actor francés Louis Garrel ha dirigido tres largometrajes, y en los tres interpreta al mismo personaje, Abel. En 'Los dos amigos' era el amigo de un joven desesperadamente enamorado de una chica inaccesible. En 'Un hombre fiel' tiene pareja, pero esta le deja al comenzar el relato por su mejor amigo, que fallece unos años después. En 'Un pequeño plan… como salvar el planeta', Abel ha vuelto con la mujer que le abandonó (Laetitia Casta, pareja del director) y cuidan del hijo que ella tuvo con el amigo muerto. Pero si las dos primeras películas tenían un tono similar, esta tercera es un absoluto y agradable desafío para los tiempos cinematográficos que corren. De entrada, dura 'solo' 67 minutos, algo inaudito, y es una película tan pequeñita como lúcida sobre el ecologismo, el compromiso y la brecha generacional. La premisa es envidiable, de puro 'naif': el hijo de la pareja ha vendido sus objetos más preciados, como otros muchos niños del mundo, para conseguir el dinero con el que sufragar una aventura ecologista en África destinada a salvar el planeta que los adultos se toman a broma. Garrel lleva con ingenio esta delirante premisa. El filme tiene imágenes que parecen metáforas de la reciente pandemia, un agradable tono tragicómico y una inocencia no reñida con la causticidad.

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