Cómic

Rutu Modan, una Indiana Jones entre Israel y Palestina

En su nuevo cómic, 'Túneles', la dibujante israelí construye una metáfora del eterno conflicto en Oriente Próximo a través de una peripecia tragicómica en torno a una excavación arqueológica ilegal bajo los territorios ocupados que busca la bíblica y supuestamente poderosa Arca de la Alianza

Rutu

Rutu / JORDI COTRINA

Anna Abella

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Aparentemente, ‘Túneles’ (Salamandra Graphic / Finestres), es una aventura de línea clara que recuerda los álbumes de Tintín orquestada por un grupo heterogéneo de personajes que coinciden en la búsqueda del Arca de la Alianza, reliquia que, según la Biblia, contiene las Tablas de los Diez Mandamientos y otorga poderes sobrenaturales. Pero en realidad, bajo esa peripecia con aires de Indiana Jones, la dibujante israelí Rutu Modan (Tel Hashomer, 1966) construye en este cómic una metáfora del eterno conflicto palestino-israelí. Para ello se sirve de la protagonista, Nili, que quiere terminar la búsqueda arqueológica que años atrás tuvo que abandonar su padre, hoy con demencia senil, acompañada por su hijo, un chaval obsesionado con los móviles, por su traicionero hermano y una tragicómica ‘troupe’ compuesta por fanáticos judíos, dos hermanos palestinos, un coleccionista que no tiene escrúpulos en comerciar con el Estado Islámico y un ambicioso y villano arqueólogo

El presente es una mierda y no hacemos nada al respecto. Estamos atrapados en una situación difícil de solucionar"

Modan, con dos Eisner en su haber y autora de ‘Jamilti y otras historias de Israel’ y los premiados ‘Metralla’ y ‘La propiedad’, cree que el Arca de la Alianza "probablemente existió". "En la antigüedad, en los pueblos nómadas eran comunes esos templos portátiles. El Arca era algo sagrado pero no creo que tuviera ningún poder. La tradición dice que contenía las Tablas de la Ley, una piedra para conectarse con Dios, la vara mágica de Moisés... Representa la protección de Dios. Pero nadie sabe dónde está. Desapareció. Y después de que los judíos abandonaran Israel se convirtieron en una nación débil, en una minoría perseguida durante miles de años. Por eso se puede entender que hay quien piensa que si se recupera, el poder del Arca volvería a protegerlos y les convertiría en el pueblo más fuerte del mundo", explica la historietista durante su visita a Barcelona.  

Viñetas de 'Túneles', de Rutu Modan.

La autora halló el embrión de la historia al recordar que cuando estudiaba en la Academia de Arte y Diseño Bezalel de Jerusalén, a principios de los años 90, su hoy marido participó con un amigo en una excavación ilegal que tuvieron que abandonar al empezar la primera Intifada (1987-1993). Ese amigo excavaba con su padre siguiendo las instrucciones de un rabino que decía haber hallado un código en la Biblia que revelaba el paradero del Arca. 

La desconfianza mutua entre israelís y palestinos es uno de los principales problemas

Entonces Modan pensó que "era cosa de locos", pero para construir el cómic fue a entrevistar a aquel rabino. "Me enseñó con todo secreto más o menos dónde estaba el pasaje, que, según él, era un mapa clarísimo que decía exactamente dónde hallarla. Con sus indicaciones adiviné el pasaje pero vi que ni siquiera hablaba del Arca, que todo estaba en su imaginación aunque él creía que era real". 

Viñetas de 'Túneles', de Rutu Modan.

Se preguntó entonces qué los llevó a excavar. "Primero pensé que era una búsqueda del tesoro, como un Indiana Jones, pero para ellos era real. Mi amigo no es religioso ni místico, trabaja como diseñador industrial, y me dijo que su padre estaba como una cabra. Pero entonces añadió: ‘Si nos hubieran dejado un par de semanas más seguro que habríamos encontrado el Arca de la Alianza’"...

Tanto israelís como palestinos aspiran a vivir en paz pero están ciegos a las necesidades del otro

Para Modan fue una invitación a reflexionar "en la conexión de la realidad con las historias místicas de la cultura judía que 3.000 años después siguen influyendo en la política, en las acciones de la gente y en la construcción de Israel. El sionismo debía ser un movimiento secular que debía erradicar esas viejas historias para construir el país pero ves que esas historias están en su ADN". Según ella, "el hecho de encontrar reliquias o piezas arqueológicas es una forma de justificarse como pueblo, de demostrar que sus raíces están en esa tierra". Y esos hallazgos, "que comparados con los de Egipto o Babilonia son sosos", muestran que "parte de las historias de la Biblia se basan en cosas que ocurrieron realmente".   

Viñetas de 'Túneles', de Rutu Modan.

¿Miran demasiado al pasado palestinos e israelís? "Sí, a la antigüedad, pero también al futuro demasiado lejano. Los israelís piensan que llegará el Mesías y solucionará el conflicto. Dicen que es imposible resolverlo, que necesitaremos cientos de años, como si se dieran por vencidos. ¡Pero alguien tendrá que solucionarlo! Y los palestinos tienen el mismo problema: creen en un futuro glorioso en el que los judíos de alguna manera desaparecerán y ellos volverán a estar como antes de que llegaran. Pero mientras, el presente es una mierda y no hacemos nada al respecto. Estamos atrapados en una situación difícil de solucionar".

Entrar en Cisjordania

Opina Modan que tanto todos sus personajes, como los israelís y los palestinos, tienen en común que "aspiran a vivir tranquilos, a vivir en paz". "Es lo que intento demostrar en el cómic. Tienen el mismo objetivo, pero cada uno tiene formas tan distintas de lograr el Edén que todo acaba explotando. En el libro, todo el mundo tiene parte de culpa en el desastre final, incluso el niño pequeño y una vaca. No es que sean malos pero están ciegos a las necesidades del otro". Y, añade, "existe una desconfianza mutua, ese es uno de los principales problemas". 

Página de 'Túneles', de Rutu Modan.

Sigue siendo imposible entrar en Gaza, asegura Modan. Pero tras 30 años sin pisarla, sí pudo ir a Cisjordania para su investigación. Porque el túnel que los personajes excavan para llegar a donde creen que está el Arca cruza bajo tierra del muro que construyó Israel en los territorios ocupados. "Tenía que entrevistar a la gente y ver el paisaje. Es un error no ir allí. La gente entendería muchas cosas. No sentí miedo, pero es cierto que no todo el mundo estaba contento de verme", admite. 

Es difícil crear un puente entre el judío nómada, que recuerda el pasado pero sigue avanzando, y el nativo arraigado

Vio por ejemplo una llave enorme en una gran puerta a la entrada de un pueblo. "En la cultura palestina alude a la llave de las casas que se vieron obligados a abandonar, no las olvidan. Sentí empatía por ellos. Pero también soy hija de refugiados judíos, nosotros también tuvimos que abandonar nuestras casas en Europa. Pero mi padre fue el primero que tiró la llave para empezar de cero. Es la diferencia entre el judío nómada, que recuerda el pasado pero sigue avanzando, y el nativo arraigado. Piensan de manera distinta. Es difícil crear un puente".     

Página de 'Túneles', de Rutu Modan.

La amenaza del Estado Islámico

Lamenta Modan el último estallido de violencia entre israelís y palestinos, en mayo del año pasado. "Era como una guerra civil, asustaba. Fue en las calles de Israel y murió gente. En la academia en que enseño hay una minoría de alumnos palestinos y de repente hubo una tensión enorme", recuerda. La violencia y la tensión en el cómic llega también con la amenazadora presencia de fanáticos del Estado Islámico. "Siguen representando esta visión más extremista, terroristas que utilizan la violencia y el terror para todo. Ahí no hay nadie con quien hablar. Era importante que estuvieran en el libro porque es una forma de entender esa amenaza, el miedo y la inseguridad que sienten los israelís, porque si no solo piensas que son una pandilla de chalados que llegan a una tierra que no es suya y crean problemas a todos. No hay que simplificar las cosas en buenos y malos". 

La maternidad y la demencia

Todo el mundo se fija en el tema político de ‘Túneles’, asume, pero también "tiene mucho que ver con la maternidad, con la relación de Nili con su hijo". Este, lejos de estar interesado en la arqueología, como su madre y su abuelo, solo piensa en jugar con el móvil. "Nili tiene unas expectativas sobre él que no encajan con los sueños de ella y se decepciona. Pero al final ella no tiene más elección que confiar en él, darle libertad y comunicarle confianza en sí mismo". Con el Alzhéimer de su padre surge el tema "del intercambio de papeles entre padres e hijos. Ahora el débil es el padre. Yo perdí a los míos bastante joven, pero lo veo a mi alrededor. Es triste. Y piensas que, a veces, a aquellos a los que más quieres es a los que menos conoces. La vida va de todo esto".   


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