Estreno de cine
Crítica de 'Un amor intranquilo': la familia herida
Joachim Lafosse retrata a una familia de tres miembros aplastada por el peso de la enfermedad mental del padre
Nando Salvà
Pocos cineastas actuales han explorado la angustia, la ansiedad y los daños psicológicos derivados de la convivencia doméstica con tanta precisión como el belga Joachim Lafosse. Su noveno largometraje retrata a una familia de tres miembros aplastada por el peso de la enfermedad mental del padre. Y lo hace con gran sensibilidad y hondura, exhibiendo un poder conmovedor rotundo, sin recurrir a tremendismos ni sobreactuaciones, y sin proponer soluciones tramposamente fáciles.
Durante buena parte de su metraje, la película se toma su tiempo para representar un hogar lleno de pasión y calidez que, sin embargo, empieza a perder su encanto a medida que los azotes nerviosos de Damien (Damien Bonnard) aumentan en intensidad. Mientras, Leïla (Leïla Bekhti) va pasando de ser una pareja dulce y amorosa a convertirse en una mujer en estado permanente de alerta, y mientras documenta ambos procesos Lafosse insufla la narración de una atmósfera creciente de amenaza para darnos a entender que algo desastroso podría sucederles a ellos o a su hijo en cualquier momento. Entretanto va quedando clara una devastadora ironía: ella trata por todos los medios de que su marido tome su medicación pese a que, al mismo tiempo, es consciente de que la enfermedad es, en buena medida, lo que lo convierte en el hombre del que se enamoró.
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