Estrenos de cine

'Pearl', el difícil encaje entre el músculo y la maternidad

La directora Elsa Amiel se adentra en las competiciones de 'body building' femenino para explorar las contradicciones de sus cultivadoras

Fotograma de 'Pearl'

Fotograma de 'Pearl'

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay películas que tienen la valentía de adentrarnos en espacios incómodos e inexplorados de los que prácticamente no sabemos nada, como es el caso del 'body building', un universo que puede provocar al mismo tiempo fascinación y rechazo. Con estos dos sentimientos encontrados se topó la cineasta Elsa Amiel cuando descubrió en una exposición unas fotografías de culturistas femeninas americanas realizadas por Martin Schoeller, especialista en retratos ultra realistas. Tuvo un shock estético e inmediatamente supo que quería saber más sobre esta disciplina y cómo esas mujeres eran capaces de transformar su cuerpo de esa manera. 

Ese fue el germen de 'Pearl', una película en la que la cámara de Amiel nos sumerge en el mundo de las competiciones de las distintas especialidades de culturismo a través de la mirada de una joven, Lea Pearl (la atleta profesional Julia Fory), que se ha entregado al sueño de esculpir sus músculos y ser una campeona, aunque por el camino haya tenido que abandonar a su hijo. 

“Lo primero que me sorprendió es que detrás de todas esas capas de músculos y fuerza, existía una enorme fragilidad”, cuenta la directora durante su visita a Madrid. “Quería ir más allá de eso y encontrar dónde estaba el lado humano de esas criaturas autoesculpidas”. 

El concepto de feminidad se pone constantemente a prueba en la película. Nuestra protagonista toma pastillas para que no le baje la regla y prácticamente ha perdido todos los atributos corporales que la identifican como mujer, y todo eso en un entorno nocivamente masculino en el que las participantes son tratadas como ganado. “Los cuerpos son un objeto de espectáculo y de representación. Pero yo no quería que solo fuera una película sobre el culturismo, sino de lo que ocurre entre bambalinas, los rituales, el dolor físico al que se puede llegar y las relaciones que establecen entre las personas que forman parte de ese microcosmos”. 

'Pearl' es una de esas películas que ponen contra las cuerdas al espectador. Resulta difícil identificarse con un personaje que renuncia a su maternidad, pero Amiel nunca se encarga de juzgarla, y nos aproxima de forma muy sensorial a todo un proceso interno convulso a través de las luces y las sombras de sus decisiones, atravesando así por un proceso de cuestionamiento de todos los pilares sobre los que ha asentado su vida. 

“Cuando vas a una sala de entrenamiento y escuchas los gritos por el esfuerzo hay en ellos dolor, pero también tienen algo de satisfacción, con una connotación casi sexual. Entre ese punto medio de sufrimiento y regocijo se encuentra la película”.