Figura esencial de la escena catalana

Francesc Burrull, el músico total de la ‘cançó’ y el jazz

El pianista y arreglista, que ayudó a cantautores como Serrat, Llach y Raimon a moldear algunas de sus composiciones más populares, como ‘Paraules d’amor’, ‘L’estaca’ e ‘Inici de càntic’, fallece a los 86 años de complicaciones de una enfermedad renal

Muere  Francesc Burrull, músico, compositor y arreglista que  trabajó con  Nuria Feliu, La Trinca, Pere Tàpies o Mª del Mar Bonet

Muere Francesc Burrull, músico, compositor y arreglista que trabajó con Nuria Feliu, La Trinca, Pere Tàpies o Mª del Mar Bonet

Jordi Bianciotto

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Son muchas las figuras capitales de nuestra escena musical que bien pueden ser ajenas a la mirada pública pero sin las cuales no existirían las grandes obras por todos agasajadas. Ahí hay que rendir honores a Francesc Burrull, el arreglista de ‘Cançó de matinada’, ‘Me’n vaig a peu’ y ‘Paraules d’amor’, y del álbum ‘Miguel Hernández’, de Serrat, y de ‘L’estaca’ y ‘El bandoler’ (Lluís Llach), y de ‘Inici de càntic’ y ‘D’un temps, d’un país’ (Raimon), y de ‘Visca l’amor!’ y ‘Remena nena’ (Guillermina Motta), y de tantos otros clásicos de la ‘cançó’. Lo cual representa tan solo un vértice de la trayectoria de este músico total, pianista consagrado a un arte que no parecía entender de categorías genéricas: jazz, cantautores, música latina, pop, ‘easy listening’ de primera hornada... Todo se fundió en el distinguido mundo de tonadas y arpegios del ‘mestre’ Burrull, fallecido este sábado, a los 86 años, en Sant Pere de Ribes.

Aunque sufría de insuficiencia respiratoria desde hacía tiempo, fueron las complicaciones de una enfermedad renal las que terminaron con su vida, dejando atrás un superlativo rastro de servicios prestados a la música que se remontan a los años 50 cuando, tras cursar estudios en el Conservatori del Liceu con Pere Vallribera, debutó con la Orquesta Leader’s (en el Salón Rigat, plaza de Catalunya). Cómplice temprano de Tete Montoliu (tocando el vibráfono), Burrull (Barcelona, 18 de octubre de 1934) cultivó los ritmos tropicales en la Orquestra Tropicana y a cargo de su Latin Combo, y operó con el alias de Frank Martin (‘piano y ritmo’). Conectó con la ‘nova cançó’ colaborando con Josep Maria Espinàs y la llevó a un moderno imaginario jazz-‘easy listening’ en el álbum ‘Homenatge musical als Setze Jutges’ (1965), publicado por Concèntric, sello del que se convirtió en su director musical.

De Machín a La Trinca

Suyo fue el piano que acompañó el canto espontáneo del público del Palau en la entonces prohibida ‘L’estaca’, de un Lluís Llach en silencio, aquel 13 de diciembre de 1969. A Serrat le dirigió el grupo entre 1972 y 1974, con giras por España y Latinoamérica. Y sus arreglos realzaron las obras de figuras como Guillem d’Efak, Moncho, La Voss del Trópico, Pere Tàpias, Joan Baptista Humet, Joan Isaac o La Trinca (las populares ‘Dansa del sabre’ o ‘La patata’), así como Antonio Machín (el sencillo ‘Corazón loco’, 1969). Todo ello sin desatender su producción propia, con álbumes consagrados a espirituales negros, Duke Ellington o Manuel de Falla, así como diversas formaciones jazzísticas y encargos como el arreglo definitivo (de 1974) del himno del Barça.

El sello de Burrull representaba “la elegancia personificada”, precisa Laura Simó, que estableció tándem con él a finales de los 80, primero en el escenario del Regine’s, en los bajos del hoy Hotel Sofía, y girando luego ambos con el supergrupo integrado por Enric Ponsa, Ricard Roda, Santi Arisa y Gabriel Rosales. “Cuando él tocaba, cantabas sintiendo que un abrigo te arropaba. Nunca pulsaba una nota de más, y te llevaba hacia arriba, haciéndote cantar de la manera más intrépida”, reflexiona la cantante, que compartió con Burrull, en 2007 y 2010, dos álbumes dedicados al repertorio de Serrat. Ha tomado parte en el que será su proyecto póstumo, el disco ‘On es desborda el sol’, ya casi terminado, con músicas del ‘mestre’ para poemas de su malogrado amigo Pere Tàpias, vecino de Vilanova i La Geltrú, recitados por un amplio elenco de voces: Serrat, Pi de la Serra, Núria Feliu, Sergi López, Josep Maria Pou, Josep Cuní, Antoni Bassas, Òscar Dalmau y hasta Guillermina Motta, retiradísima pero incapaz de dar un no por respuesta a este músico esencial en su carrera y en tantas otras.