Discos de la semana

'Utopian ashes': Bobby Gillespie & Jehnny Beth, una pareja de fábula

El 'frontman' de Primal Scream se alía con la cantante francesa, exSavages, en un álbum bello y envolvente que evoca los clásicos duetos del country y el soul

Los nuevos álbumes de Francis Lung, Xarim Aresté, Eladio Carrión y Miles Davies también reseñados

Bobby Gillespie & Jehnny Beth

Bobby Gillespie & Jehnny Beth

Rafael Tapounet
Jordi Bianciotto
Ignasi Fortuny
Roger Roca
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Bobby Gillespie, el cantante de Primal Scream, deja de lado la dinámica del grupo, siempre a caballo del rock invasivo y el aparato electrónico, y se permite un ejercicio distinto, chocante, de 'crooner' ajado en diálogo sinuoso con la francesa Jehnny Beth (nombre real, Camille Berthomier, excomponente de los post-punk Savages). Sale de ello una obra elegante, con resonancias de otros tiempos, donde la pareja fabula en torno a un divorcio imaginario, con sus lánguidas escenas brindadas al amor perdido.

Un movimiento cuyos orígenes hay que situar en el concierto de despedida de Suicide, en el londinense Barbican Centre (2015), cuando ambos fueron presentados y ella se unió a él para cantar el clásico del dúo synth-punk 'Dream baby dream'. Ya entonces conversaron sobre históricas parejas cantoras de los 60 y 70, en el country y el soul, y un año después Beth se unió a Primal Scream en otro escenario para afrontar 'Some velvet morning', la balada de Lee Hazlewood (grabada originalmente por Nancy Sinatra en 1967) que el grupo había adaptado en su álbum 'Evil heat' (2002), ahí con Kate Moss como 'partenaire'.

La banda casi completa

Si esa versión se escoraba hacia el prescriptivo electro-rock practicado por la banda, 'Utopian ashes' es mucho más tradicional y se acomoda en el pop neoclásico, el medio tiempo con reflejos de la 'chanson' y la balada de cámara, abierta a la guitarra filo-country y el 'crescendo' con destellos soul. Sorprende que para afrontar este ejercicio Gillespie haya contado con Primal Scream casi al completo (solo falta la bajista, Simone Butler), en particular el guitarrista, Andrew Innes, coautor de todas las canciones junto al cantante, la propia Beth y un viejo cómplice de ésta, Johnny Hostile, con quien compartió hace más de una década el dúo John & Jehn.

El disco desvela pulsiones inéditas de Gillespie, sacando partido como vocalista de interiores, si bien se echan en falta más diálogos en los que Jehnny Beth pueda dar la réplica con su voz bella y un poco huidiza en primer plano, sacando más punta a ese registro tan distinto al de Savages. Pero podemos disfrutarla en el country crepuscular de 'You can trust now' o en ese susurrante 'Living a lie', con una linea de bajo muy Gainsbourg, invitándonos a evocar las citas de Nick Cave con la recientemente finada Anita Lane. Cancionero de hermosas dinámicas dramáticas en 'Chase it down' y fondos solemnes en 'Remember we were lovers', con delicadezas como el vals 'English town' y esa balada acústica con ascendente 'stoniano' de los primeros 70 llamada 'Your heart will always be broken', así como el homenaje 'sixties' de 'Stones of silence'. En las plataformas de 'streaming', el álbum aparece también bajo el epígrafe de Primal Scream, así que nos preguntamos si con eso nos están diciendo algo acerca del futuro del grupo. - Jordi Bianciotto.

Otros discos de la semana

En verano de 1991, meses antes de su muerte, Miles Davis cruzaba Europa en la que sería su última gira. Hasta ahora había constancia del concierto que dio en Montreux, donde repasó su legado en una noche histórica junto a Quincy Jones. “Merci, Miles!”, grabado solo una semana antes, documenta en cambio al Miles Davis que no quería echar la vista atrás. El Miles de 'Time after Time' y el oído puesto en Prince, los sonidos eléctricos y secos y el pulso funk. Un digno testimonio de su última época. - Roger Roca

El que fuera bajista del efímero grupo de Manchester WU LYF confirma en su segundo disco en solitario todo lo bueno que apuntó en su debut, 'A Dream Is U' (2019), y se consolida como un brillante compositor e intérprete de vocación 'juanpalomera' que se enfrenta a sus demonios particulares (soledad, adicciones, salud mental) esgrimiendo la belleza de unas canciones en las que no es difícil rastrear las huellas de Teenage Fanclub, Elliott Smith, Emitt Rhodes, Todd Rundgren y otros titanes del pop atemporal. - Rafael Tapounet

Por sorpresa ha lanzado el guitarrista de Flix este álbum de inesperado trazo latino, un heterodoxo debut en castellano con ecos de la trova más fogosa, meneos salseros, trompetas latín-jazz y órganos exóticos leídos a través de un cristal enmohecido. Xarim Aresté, o ese anagrama llamado Marx Esteria, burla los límites genéricos sin dejar de ser él mismo, derrochando inventiva en la composición y combinando el homenaje con el arreglo abollado y la trama enrarecida. ¿Será el comienzo de algo? - J. B.

Eladio Carrión venía de publicar un álbum supremo ('Monarca', hace apenas cinco meses) y su nuevo trabajo está tan solo un peldaño por debajo. El puertorriqueño, uno de los nombres más en forma de lo urbano a nivel mundial, construye una 'mixtape' de nueve canciones sobre los cimientos de su frenética y magnética manera de rapear. Su voz y sus versos tienen incluso más presencia que en anteriores trabajos. Las bases acompañan en su justa medida, sin entorpecer ni eclipsar sus duras y habilidosas rimas sobre su viaje vital hasta su nuevo estatus de figura mundial. - Ignasi Fortuny

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