EL PODER LA LECTURA

La Escola de Llibreria: el posgrado tras el 'boom' de comercios librescos en Catalunya

Buena parte de la última eclosión de nuevos proyectos libreros nace en la Universitat de Barcelona

Barcelona - Carrer Blai  40  25 01 2018  Barcelona  Llibreria  La Carbonera   Carlota Freixenet y Mar Redondo hablan sobre los nuevos proyectos eticos que estan elaborando en la libreria  Fotografia de Luay Albasha

Barcelona - Carrer Blai 40 25 01 2018 Barcelona Llibreria La Carbonera Carlota Freixenet y Mar Redondo hablan sobre los nuevos proyectos eticos que estan elaborando en la libreria Fotografia de Luay Albasha / LUAY ALBASHA

Elena Hevia

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Tradicionalmente se accedía al oficio de librero a golpe de aprendizaje y experiencia. No parecía ser necesario ningún tipo de formación más allá del amor a los libros. Pero esos tiempos han quedado atrás, al igual que los viejos formatos de librerías que en Catalunya y el resto de España llegaron al siglo XXI necesitadas de modernización. No es el caso de las numerosas pequeñas librerías independientes que han florecido con éxito en los últimos años. Suelen ser locales situados en barrios más periféricos porque la gentrificación los han expulsado del centro y, dato importante, en muchos casos han pasado sus responsables por la Escola de Llibreria de la Universitat de Barcelona. La Escola fue un proyecto único en España durante años hasta la reciente creación de una diplomatura de Creación y Gestión de Librerías de la UNED.

La Escola de Llibreria de la UB ha sido impulsada por el Gremi de Llibreters y el Institut Català de les Empreses Culturals

El posgrado, que ofrece un título de librería básico y otro de excelencia destinado a los profesionales, también ha sido el principal acicate de este' boom' librero que vive Catalunya. Nació en 2012, en un momento álgido de la crisis de 2008, impulsado por el Gremi de Llibreters de Catalunya con la ayuda del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC) con una finalidad muy práctica: formar libreros y familiarizarlos con el imprescindible mundo tecnológico, las redes sociales, el márketing, 'lidiar' con los distribuidores y ayudarles finalmente a incorporarse profesionalmente. De las ocho ediciones realizadas de este postgrado -en buena ley no lo es porque si alguien acredita algún tipo de formación técnica no universitaria o experiencia en la materia puede matricularse- se han graduado hasta 200 alumnos, casi la mitad de los cuales, un 49% están trabajando de una forma u otra a una librería. Nollegiu de Poble Nou, que en 2019 amplió negocio con una sucursal en El Clot, fue la primera surgida bajo esta fórmula. A esta siguieron proyectos como Som Negra, La Carbonera, El Gat Pelut, La Inexplicable, La Tribu o Sendak, hasta un número total de 24.

Hasta 200 alumnos se han graduado en la Escola de Llibreria y un 49% ha encontrado trabajo.

"Nos encontramos con que algunos de estos alumnos interesados en formarse como libreros -dice Lluís Agustí, director de la Escola de Llibrería- querían ser también empresarios y como para eso tampoco hay una titulación concreta, tuvimos que acabar formando emprendedores, sin tener en principio una intencion de hacerlo".

De la necesidad virtud

Es consciente Agustí de que la crisis fue y quizá lo sea también ahora uno de los desencadenantes de este florecimiento. "Hubo muchos que en ese momento decidieron hacerse libreros porque ya que todo estaba tan mal se iban a decantar por su verdadera vocación", explica Agustí, que remata con un clarificador "de perdidos al río". El librero, vaya por delante, salvo casos excepcionales, no va a ganar mucho dinero. Se va a convertir si acaso en mileurista pero como precisa el director de la Escola, "un mileurista feliz". "De momento lo que hemos conseguido es que de esas veintantas librerías que se han abierto a raíz del posgrado tan solo una haya cerrado, pero para convertirse en editorial". "Luego están las que no se han formalizado, algo más difícil de detectar, o las que lo han hecho de otra manera, esos alumnos románticos que cambiaron totalmente sus expectativas al enfrentarse con la realidad y no se han metido en un berenjenal”.

No cree Agustí en romanticismos: "Enamorado del libro se viene de casa a este posgrado". Cree que abrir una librería no es algo muy difícil, lo más complejo es que esta sea de larga duración. Y pone como ejemplo El Cucut en Torroella de Montgrí, que tiene casi 30 años de historia en una población de 11.000 habitantes. "Para lograr eso tienes que trabajar mucho y bien". Y aporta también un último consejo a los novatos: "En tu librería tiene que haber pluralidad porque no todos los sellos independientes lo hacen bien ni en todos los sellos grandes todo es malo".

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