CRÍTICA DE CINE

'Promare': combustión espontánea

Película bastante avanzada en el género, especialmente en el terreno formal, con una trama es algo ingenua pero resultona

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Promare'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Promare'. / periodico

Quim Casas

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Sin ser para nada un experto en animación japonesa, tengo la sensación de que 'Promare' es una película bastante avanzada en el género, especialmente en el terreno formal. Tiene la actitud musical un tanto desmedida de casi todos los animes, la acción es a veces muy atribulada, los colores chillones y la historia se alarga más de la cuenta, pero resulta muy ingenioso el uso ocasional de dos pantallas a la vez, aunque asimétricas, y el de unos primeros planos de rostros humanos que desbordan los límites del encuadre. El grafismo y animación de la secuencia del prólogo también resultan muy imaginativos. 

La trama es algo ingenua, pero resultona. Los llamados 'mad burnish' son en teoría unos piro-terroristas, pero en realidad simplemente no pueden controlar su mutación, la de la combustión espontánea. Los villanos de la historia pertenecen a una clase social más elevada, y contra ellos y las terribles Fuerzas de Congelación, se enfrentan el héroe, líder de la Unidad Móvil de Rescate Antifuego de la ciudad futura de Promépolis, junto al líder de los que son pirómanos a su pesar. Estos, como los vampiros o los zombis, no pueden controlar aquello que hacen, siendo víctimas de un sistema corrupto.