CRÍTICA DE CINE

'Courtroom 3H': los desprotegidos de la justicia

Una experiencia tan curiosa y única como demoledora sobre los quehaceres de un tribunal de familia de EEUU en casos donde hay menores implicados

Tráiler de la película Courtoom 3H

Tráiler de la película Courtoom 3H. / periodico

Quim Casas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Antonio Méndez Esparza ha explicado que al completar su anterior película en 2017, 'La vida y nada más', documental sobre el día a día de una familia de clase baja del Estado de Florida, se quedó con la sensación de que había dejado demasiadas cosas en el aire sobre el papel de juegan los juzgados estadounidenses en determinados pleitos y demandas. Fruto de esa reconsideración convertida en necesidad ética y expresiva surge una película mucho más radical, sobre todo en su dispositivo. 'Courtroom 3H'  muestra sin que la cámara parezca entrometerse demasiado -aunque el emplazamiento de la misma obedece a una decisión precisa en cada escena- el quehacer también diario en un juzgado de Tallahasee, en el mismo estado, un tribunal de familia unificado que afronta los casos en los que hay menores implicados.

La primera parte del filme recoge, montados unos con otros, varios de esos casos. La segunda parte se centra en tres de ellos de manera más explícita. Se le ha cuestionado al filme cierta dispersión y las decisiones de montaje, pero creo que precisamente lo que convierte a 'Courtroom 3H' en una experiencia tan curiosa y única como demoledora (hay momentos muy duros), es precisamente esa dispersión inicial, como si el director quisiera capturar tan solo retazos de familias completamente rotas.