OBITUARIO

Muere Toots Hibbert, titán del reggae

Concierto de Toot & The Maytals en la sala Apolo, en mayo del 2017

Concierto de Toot & The Maytals en la sala Apolo, en mayo del 2017 / periodico

Nando Cruz

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Incluso quienes nunca hayan sentido interés por el reggae habrán escuchado alguna canción de Toots & the Maytals. Tal vez ‘Monkey man’. Quizá ‘Pressure drop’. Más probablemente ‘54-46 was my number’. O ‘Funky Kingston’, ‘Pomps and pride’, ‘I’ll never grow old’, ‘Do the reggay’... De esta última, siempre se dijo que fue la que dio nombre al reggae, el género que tomó el testigo del ska y el rocksteady y universalizó para siempre la música jamaicana. Todas fueron obra de Toots Hibbert, uno de los últimos supervivientes de la edad de oro del reggae. El cantante, que repartió alegría y esperanza mediante un repertorio beligerante pero siempre positivo, falleció el viernes en un hospital de Kingston tras varios días ingresado debido a severos problemas respiratorios. Tenía 77 años.

Muchos percibían en la voz de Frederick Nathaniel ‘Toots’ Hibbert el deje del mismísimo Otis Redding. Aquella dulzura rasposa, aquel optimismo obstinado que no podía esconder un vida marcada por el sufrimiento. Sus mayores éxitos fueron precisamente canciones en las que sacaba fuerzas de flaqueza y transformaba el dolor en vitalidad. El ejemplo definitivo fue ‘54-46 was my number’, canción que compuso mientras cumplía pena en prisión. Había sido encarcelado por posesión de marihuana, pero él siempre sospechó que todo fue una maniobra para sabotear su lanzamiento internacional. La policía truncó su primera gira por Inglaterra y, a cambio, él moldeó entre rejas la canción que le daría fama mundial. ‘Pressure drop’ es más abstracta, pero apunta en idéntica dirección: es otro número euforizante que habla de vivir bajo el yugo del poder.

Toots & the Maytals ha sido una presencia habitual en los escenarios españoles durante décadas. Cada dos por tres venía a pasear su legendario repertorio por salas y festivales. En el 2000, 2003, 2006, 2008, 2009, 2010, 2011, 2017… En octubre del 2018 sus canciones sacudieron por enésima vez la sala Apolo. Pero Toots ya contaba con numerosos apóstoles que se habían encargado de propagar su mensaje en nuestro país tiempo atrás. Los barceloneses Dr. Calypso elevaban la temperatura de sus conciertos al son de ‘Pressure drop’ y Fermin Muguruza grabó el himno carcelero ‘54-36 was my number’ en su disco ‘Brigadistak sound system’. A nivel internacional, la lista sería infinita: de los Specials a Amy Winehouse, pasando por The Clash, Vanilla Ice y Keith Richards. El guitarrista fue uno de los grandes valedores de Hibbert y medió para que Toots & the Maytals abriesen algunos conciertos de los Rolling Stones.

Canto del cisne

Toots & the Maytals habían lanzado hace solo dos semanas ‘Got to be tough’, su primer álbum en diez años. “Es un disco que habla de injusticias y vislumbra un mundo mejor”, anunciaba él. Un cancionero que invitaba a mantenerse firme justo ahora que el sistema exhibía toda su crueldad y corrupción. La ética reggae de Toots, al 100%. Pero, también, su canto del cisne. Hace solo tres días, el sello discográfico Trojan publicaba una lista de canciones en un último intento de hacerle llegar esas fuerzas y ánimos que sus canciones siempre transmitieron a quien las escuchase. En el hospital le realizaron la prueba para determinar si había contraído el covid-19, pero no han trascendido los resultados.

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