QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

El mago Stigman recupera 'El circ dels impossibles' en la Sala Cincómonos

208

208 / periodico

Eduardo de Vicente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Estos días los magos han sido uno de los sectores que más se han esforzado para que, pese a la adversidad, mantengamos la ilusión, precisamente su especialidad. Y uno de los que más ha hecho en este sentido ha sido el simpático Ignasi Stigman, que ha compartido números, trucos y tutoriales por las redes y a través del programa Catakrac de betevé convirtiéndose en un ídolo para los niños. Pero él también tiene sus ídolos. La gente de la magia casi siempre se inició en esta disciplina tras asombrarse viendo un número o un espectáculo de un prestidigitador al que admiraron. Y, por eso, pretende rendir homenaje con su último espectáculo, El circ dels impossibles también conocido como El gran Carmo que, como el Barnum de El gran showman, montó un circo de gran éxito a principios del siglo XX pero un incendio acabó con sus ilusiones.

Stigman ha intentado recuperar algunos de los elementos de su desaparecida carpa y mostrárnoslos en un local muy acogedor, la pequeña galería de arte Cincómonos que tiene una salita para unos 60 espectadores pero, a diferencias de otros teatros similares, con unas butacas muy cómodas. Y es toda una satisfacción dar la noticia de que ha vuelto a abrir sus puertas para ofrecer, de jueves a domingo, espectáculos infantiles, comedias, dramas, obras de Lorca o Brecht y microteatro. Se merecen toda la suerte del mundo y que les apoyemos en esta nueva y complicada etapa.

Un espectáculo participativo (si quieres)

Volviendo al espectáculo, el escenario es sencillo, únicamente ocupado por unas cortinas negras y los focos mientras nos reciben con las características notas circenses de Nino Rota para las películas de Fellini. Antes del inicio, la regidora y ayudante (Lola López, vestida de negro y dorado) y el mago (con una casaca a medio camino entre un jefe de pista y un Beatle del Sargent Pepper’s) se pasean entre las localidades para saludarnos y darnos la bienvenida. Nos explican que es un montaje participativo pero que no obligarán a salir a nadie que no lo desee (más de un adulto respira aliviado). Todos los voluntarios podrán usar el gel hidroalcohólico que hay en el escenario. También nos autorizan para que hagamos cuantas fotos queramos y nos animan a compartirlas en redes.

Explican la historia del circo de Cameron y su intención de resucitarlo para las nuevas generaciones y el primer número es sorprendente con una caja de cartón que parece moverse sola. Vale, la ayudante está dentro, pero es que, después de dar vueltas se suspende en el aire como si flotara… Una bolsa negra aparentemente vacía sirve para que pueda aparecer allí el objeto más insospechado y un billete entregado a un espectador puede cambiar de valor. ¡Atención, el desenlace de este número (con una predicción increíble) es de aquellos que te deja pasmado!

Malabrismo con mazas y aros

Pero Stigman ya nos advierte que lo suyo no es solo magia y aprovecha para hacer malabarismos con unas mazas azules y unas pelotas blancas, hasta con los ojos vendados. A estas alturas ya se nos ha ganado por su simpatía y consigue nuestra complicidad cuando una carta seleccionada por un espectador viaja al interior de una naranja. El poético número de la bola que desafía la gravedad sobre una tela negra es de los que no podía faltar.

A continuación pretende romper estereotipos. Nos cuenta que él era un poco Billy Elliot y le encantaba bailar y se niega a aceptar que los niños tengan que querer jugar a fútbol y que el ballet sea cosa de niñas. Y demuestra sus dotes al ritmo del You should be dancing de los Bee Gees que popularizaron en Fiebre del sábado noche para mostrarnos otra de las escenas clásicas, la de los aros que se entrelazan y se separan sin que adivinemos como lo consigue, pero agrega una particularidad y es que combina los aros de tal manera que crea formas con ellos como un bolso o la silueta de Mickey Mouse.

Danzas de Bollywood y la gran rifa

Ya en modo bailarín se convierte en un mago indio para ejecutar una coreografía en el más puro estilo Bollywood que acaba convirtiéndose en un número grupal en el que también podremos participar con una sonrisa. Su ayudante lleva un vestido dorado para mantener la estética y se introduce en una caja para ser atravesada por varias espadas (tememos por su integridad).

Antes de finalizar llama a dos niños para hacer una rifa que tendrá un premio sorpresa. El ganador será quien tenga en su poder el número que figura en la parte superior del programa que nos entregan al inicio. Los pequeños deberán escoger libremente el número afortunado y el resultado final es tan sorprendente como divertido. Para acabar, un último truco de escapismo y nos enseña unos fáciles movimientos para que le acompañemos en su danza final y toda la platea se pone en pie para seguirle.

Una foto con los artistas

A la salida, podemos saludarles y hacerlos una foto con ellos (ahora, con mascarilla y distancia de seguridad). Los peques aceptan gustosos y con cara de aún no haberse hecho a la idea de las ilusiones que han vivido. Un espectáculo que se te pasa volando y en el que te ríes, te mosqueas (¿cómo habrá hecho eso?), te transmiten valores positivos y consiguen que tu niño no se saque la sonrisa de los labios. Y que nos demuestra que todavía existen artistas que hacen posible que la ilusión siga viva.