ROCK AND ROLL Y CÓMIC

Apoteosis póstuma de David Bowie

Michael Allred firma una deslumbrante biografía ilustrada del artista en su etapa Ziggy Stardust

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Ramón Vendrell

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La obsesión tiene muy mala fama, pero es una fuerza creativa de primerísimo orden. Ahí está el dibujante de historietas Michael Allred sin ir más lejos.

En 1974 le hipnotizó una portada de la revista de rock and roll 'Creem' en la que salían David Bowie y su esposa, Angela Barnett, más conocida como Angie, ataviados cual heraldos de otro planeta. Es una cubierta tan poderosa que captó la atención del niño Allred incluso al lado de los 'comic books' que ofrecía el 'drugstore' PayLess de Roseburg, Oregón, y sabido es que las tapas de los 'comic books' de los años 70 tenían un magnetismo sobrenatural. Compró un ejemplar de 'Creem', al que siguieron todos los discos de Bowie que podía encontrar, y empezó a llenar libretas escolares de dibujos de su nuevo ídolo, no tanto el artista como su personaje Ziggy Stardust, un ser deslumbrante y sin par en la Tierra. Fue solo el principio.

Rock and roll y marcianos

Ya convertido en guionista y dibujante de cómics, Allred persiguió a los representantes de Bowie en busca de autorización para hacer una historieta sobre su 'alter ego' alienígena. La respuesta siempre era que Bowie tenía planes para impulsar su propio cómic. De modo que Allred se puso el mundo por montera y creó 'Red Rocket 7', una saga inspirada en Ziggy Stardust en la que seis clones de un alienígena huido de su planeta ante la llegada de violentos invasores viven en nuestro mundo. Uno de ellos, 7, tienen el don de la melodía y, entre comidas de coco por su extraña naturaleza y enfrentamientos con los invasores que quieren acabar con todo vestigio de su especie, se las apaña para dejar su huella en todos los momentos clave de la historia del rock and roll. De hecho, posiblemente sea 'Red Rocket 7' la historia del rock and roll más fascinante jamás hecha. Aderezada además con aventuras galácticas. ¿Alguien da más?

De nuevo a través de los representantes de Bowie, Allred supo que al cantante le había gustado su obra, que fue incluso citada de manera ambigua en la canción 'New killer star', del 2003.

No fue suficiente para Allred, que en comandita con el coguionista Steve Horton publica ahora 'Bowie. Polvo de estrellas, pistolas de rayos y fantasías de la era espacial'. También ayuda a que una obsesión no tenga efectos negativos que tu pareja la comparta: Laura Allred, esposa de Michael, colorea el trabajo, como suele hacer con las obras del dibujante.

El álbum acaba con el concierto de David Bowie en el Hammersmith Odeon de Londres del 3 de julio de 1973, en el que el artista 'mató' a Ziggy Stardust, la creación que le había convertido en el no va más de la música popular moderna de los años 70. Bueno, también empieza con esa actuación legendaria entre las actuaciones legendarias, para rápidamente iniciar un 'flashback' a los orígenes de la carrera de Bowie.

Como estricta biografía, el tomo es más que correcto. Allred se documentó a conciencia y no solo no falta nada esencial sino que abundan los detalles de conocedor. Pero donde el álbum resulta cegador, tan atractivo y espectacular como la guitarra de Mick Ronson, por quien Allred siente debilidad, es en la parte gráfica.

Ilustraciones de impacto

'Bowie. Polvo de estrellas, pistolas de rayos y fantasías de la era espacial' es un himno al poder del dibujo y de la composición de la página. Textos, los justos. Aquí todo se fía al impacto de unas ilustraciones que alcanzan su máximo esplendor en la especie de 'splash pages' diseminadas por toda la historia. Da igual que recreen pintas, portadas de discos o momentos icónicos que hemos visto en fotografías mil veces, o que nos permitan asomarnos a episodios que sabemos que ocurrieron pero de los que no hay documentación gráfica, o que traten de introducirnos en la mente de Bowie: todas son apoteósicas.

Mucho mejor que la exposición 'David Bowie is'.