Concierto masivo

Hatsune Miku, el holograma que se ha convertido en una estrella pop virtual

Es una artista única que más allá de su belleza física o su atractivo visual, ha conquistado a sus seguidores bajo el misterio de ser solo una creación digital

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El Periódico

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Lo tiene todo. Es joven, guapa, canta, baila, ha triunfado en su Japón natal y, encima, no envejece; pero a Hatsune Miku, el personaje de 'anime' que hoy se ha presentado ante su público barcelonés en forma de holograma, le falta algo quizás la vida, y no ha logrado llenado el recinto del Sant Jordi Club.

De todas maneras, hay que tener en cuenta que Hatsune Miku es pionera en el mundo de las divas virtuales y aun así, ha conseguido reunir 3.000 espectadores, eso sí, en un espacio con capacidad para muchas más, aunque sus organizadores sólo habían sacado 4.000 entradas a la venta "por razones técnicas".

El caso es que hacía frío esta noche en el Sant Jordi Club con tan poca gente, a pesar de calidez de los movimientos de la cantante nipona y de la energía que desprendían los espectadores más motivados. El concierto ha empezado como un espectáculo normal, con colas en el exterior del Palau Sant Jordi, expectación y muchos nervios.

Aunque en la cola ya se percibían indicios de que no todo era tan normal, porque había chicas con pelucas azules y muchas personas disfrazadas de colegiala o de marinerito.  Una vez dentro, el estilo nipón y la estética propia del pop japonés ha seguido siendo la tónica, con mucho 'mechandising' y ordenadas colas para todo: comprar camisetas, dejar la chaqueta en guardarropía o ir al lavabo.

Las reglas del juego

Todo aparentemente normal, excepto por otro elemento inquietante: cuatro ordenadores colocados al final de la sala en los que el público podía entrar en los juegos que protagoniza Hatsune Miku.

Mientras de fondo, una voz ha recordado varias veces al público que si durante el concierto quería encender lucecitas, nada de móviles ni mecheros, sino que "por razones técnicas", tenía que utilizar los bastones luminosos homologados que se venden a la entrada y que valen 30 euros, a los que hay que sumar los 57 de la entrada normal o los 170 euros de la VIP.

Obedientes, la inmensa mayoría de los presentes han comprado los bastones y los han podido encender cuando por fin, ha aparecido la artista, 30 minutos tarde, como todas las divas que se precien, tanto sin son de carne y hueso como si son una proyección.

Toda una estrella pop

Sus larguísimas coletas azules, sus enormes ojos negros, sus botas altas, su faldita plisada y su manera elegante y coqueta de moverse ha provocado un suspiro colectivo de admiración. Hatsune Miku es una adolescente creada por el artista de manga Kei Garou que hace 13 años que tiene 16 años y nunca pierde la energía y la vitalidad. Tiene otras virtudes, por ejemplo se cambia de ropa en cada canción sin necesidad de pasar por el vestuario ni de romper con el ritmo acelerado de su música.

Canta principalmente en japonés y en inglés, con una voz metálica creada por ordenador gracias, en parte, a la tecnología española del Grupo de Tecnología Musical de la Universitat Pompeu Fabra.

Pero también tiene canciones en español, como ha demostrado hoy ante un público muy entregado al principio, que ha perdido el interés a ratos y lo ha vuelto a recuperar cuando han llegado los 'hits'. Entre ellos muchas adolescentes y niñas, algunas perfectamente disfrazadas de Hatsune Miku, que han ensayado las coreografías antes de ir al concierto.