OTRA ESCENA

El Lliure explora los límites del teatro en Katharsis

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Marta Cervera

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Según la Real Academia de la Lengua catarsis significa "purificación, liberación o transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda". Provocar sensaciones nuevas, preguntas acerca de qué es teatro y sorprender es la intención de Katharsis, un nuevo ciclo con siete propuestas nada convencionales programadas a partir de este miércoles y hasta el 31 en diferentes espacios del Lliure de Montjuïc. Georgina Oliva, adjunta de dirección y responsable del ciclo ha invitado a "creadores que están en los márgenes del teatro".

Entre los espectáculos -habrá solo dos funciones de cada uno- destaca la versión de 'Les tres germanes' de Chéjov convertida en una instalación diseñada por Susanne Kennedy y Helena Eckert, donde en lugar de actores cuenta con maniquís. 'Hybridation', una performance del escultor Olivier de Sagazan y Stéphanie Sant, inaugura el ciclo con una transformación de sus cuerpos en esculturas vivas, cambiantes y macabras, realizadas sobre sus propios cuerpos con barro y pintura. 

Basura convertida en arte

Otra curiosa propuesta internacional es 'Oblivion'. En ella la artista belga Sarah Vanhee propone una reflexión sobre la sociedad de consumo a partir de residuos personales, reales o virtuales, acumulados a lo largo de un año. Basura convertida en arte.

Para muchos creadores como la artista plástica Julia Mariscal Lolo & Sosaku, esta será su primer experiencia en un teatro. Este dúo argentino-japonés ofrecerá una exploración sonora realizada con esculturas móviles robotizadas. "Hemos creado una obra nueva que engloba toda nuestra experiencia como artistas", cuentan. Hasta ahora habían hecho conciertos y performances pero nunca en un teatro. "Hacerlo aquí impone, es diferente", admiten. Respecto a sus curiosos artefactos advierten: "habrá máquinas agresivas que dan miedo, pero no todas". 

Julia Mariscal presentará 'Ocells-textos-onades', espectáculo donde junto al músico Joan Cot Ros elabora un discurso a partir del tratamiento de materiales tan diferentes como el pelo, el cristal y la cera. "Es un trabajo abstracto y dónde es tan importante cómo utilizo cada objeto y como la manera en que queda expuesto al final", señala Mariscal, hija del conocido diseñador e historietista. "Mi padre no entiende mucho lo que hago pero le encanta", confiesa.

Mucho más concreto es 'El candidato (o candidata)', un juego de mesa donde en grupos pequeños el público se enfrentan por el poder en una lucha política. Esta propuesta liderada por Marc Villanueva se hace por primera vez con tres tableros simultáneos para ocho personas cada uno en un espacio singular: la sala de lectura. "Cuentan que este juego se inventó en Mayo del 68. En él cada espectador representa a un candidato al azar: estatal, autonómico o municipal. Te puede tocar ser Santiago Abascal, Pablo Casado, Mireia Vehí, Laura Borràs, Ernest Margall, Manuel Valls, Ada Colau...", explica Villanueva. "Como las reglas del juego son las mismas para todos, al final, independientemente de la ideología, se imponen los mecanismos de poder." 

Rimas callejeras

Katharsis concluirá con una gran batalla de gallos en la plaza Margarida Xirgu -enclavada entre el Teatre Lliure, el Mercat de les Flors y el Institut del Teatre- donde las palabras rimadas enfrentarán a raperos famosos como Khan y Mr. Ego con magos de la rima locales surgidos de batallas realizadas tanto en Barcelona y otras ciudades catalanas. En definitiva, como explica Danelsy Rodríguez miembro del proyecto 4 Elementos encargado de organizar esta propuesta, también hay bastante teatro en el rap. "Cuando estamos improvisando o tiramos temas encima de un escenario de alguna forma también interpretamos un papel. Y llevamos nuestra propia caracterización, un estilo de ropa que nos convierte en raperos". Su compañero Edwin Gabriel Cepa, conocido en el circuito como 'Andino freestyle' añade: "Para nosotros es importante que se rompan los estigmas y que la juventud pueda acercarse a teatros como estos".  Para él es importante ver que el Lliure haya respetado la esencia de su colectivo. "Sentimos que Katharsis se adapta a nosotros y no al revés".