ENTREVISTA

Brighton 64: "Entendemos que desde Madrid sea difícil encajar nuestras letras"

La banda barcelonesa presenta en Sidecar su disco más político, 'Como debe ser', en el que plasma sus impresiones críticas sobre el juicio del 'procés'

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Jordi Bianciotto

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El grupo comandado por los hermanos Gil, que dejó huella en el pop de los años 80 con clásicos como ‘La casa de la bomba’, presenta este sábado en Sidecar el cuarto álbum de su era moderna, ‘Como debe ser’, su trabajo más político. Hablamos con su cantante (y hasta ahora bajista), Ricky Gil.

¿Qué les ha movido a hacer un disco dominado por canciones políticas?

La actualidad nos lo ponía muy fácil. Se trataba tan solo de hablar de lo que veíamos y no nos gustaba. En la vida de un grupo hay épocas tranquilas y épocas en que pasan cosas que te motivan a escribir. Ha sido bastante deliberado. Nos apetecía decir lo que opinábamos.

La cuestión catalana, el juicio del ‘procés’, ¿fue el detonante del álbum?

Sí, la canción que quizá mejor representa al álbum es ‘Juez y parte’, cuya letra se escribió ya antes del juicio, que veíamos venir que sería bastante parcial. Pero en el disco hay canciones que hablan de problemas más universales. Pensábamos que estaba bien que un grupo como nosotros diese su opinión, porque hay un pasotismo en las bandas de pop y rock. En el hip-hop o el punk es distinto, pero entre los grupos que tienen que ver con nosotros suele ser todo muy blando.

En los 80, los grupos de su generación solían rehuir estos temas.

Pero nosotros nos habíamos criado escuchando canción protesta: Lluís Llach, Víctor Jara, Paco Ibáñez... Ellos nos marcaron cuando éramos pequeños. Luego, cuando empiezas a hacer tu música rompes con el pasado. Pero algunas letras de nuestros inicios ya eran bastante críticas, como ‘Barcelona blues’, y siempre hemos intentado transmitir un mensaje.

Estas canciones combinan letras muy duras ("no hay otra solución para el estado de la nación, / demolición, patada y abolición") con dinámicas pop que entran a la primera, como en ‘El estado de la nación’.

Hemos buscado títulos que podrían dar nombre al disco, como este o ‘Este es un país libre’. Es una tradición muy del rock’n’roll, partir de una frase y desarrollar una letra.

"Hay gente que se dedica al activismo. Nuestra lucha quizá no es tan importante, somos un grupo con canciones y guitarras, pero eso es lo que tenemos"

‘Playas del Mediterráneo’ apunta a otra temática, la crisis de los refugiados.

Hay gente que se dedica al activismo, que lucha y que no para. Nuestra lucha quizá no es tan importante, somos un grupo con canciones y guitarras, pero eso es lo que tenemos. Ese es nuestro granito de arena. Muchas bandas que nos gustan lo hicieron antes; grupos punk. No somos los primeros.

Estos años en Catalunya se han dedicado docenas de canciones al ‘procés’ y al 'posprocés', pero casi nadie las ha hecho en castellano. Brighton 64 ha tenido siempre un público en toda España; ¿se dirige a él para contarle su versión de los hechos?

Sí, muchos catalanes tenemos ganas de que allí llegue un mensaje desde el terreno, no a través de noticias distorsionadas. Entiendo que para alguien que nos siga desde Madrid, Valladolid o Cáceres sea difícil encajar estas letras, pero es el granito de arena que queremos aportar. Dentro de unos días iremos a tocar a Madrid [25 de enero, Fun House), luego a Valencia [31 de enero, 16 Toneladas], e intentaremos recorrer las ciudades en las que tocamos habitualmente. Espero que la reacción sea buena, pero soy consciente de que mucha gente en España no estará de acuerdo con nuestra forma un poco radical de tomar partido. Pero ya saben quiénes somos. No es una novedad. Simplemente hemos hecho un disco más claro que nunca.

"Tenemos muchos recuerdos de nuestro padre trabajando por los obreros que detenían en las huelgas o ayudando a cantautores que habían metido en prisión"

Cuando decía que su hermano Albert y usted crecieron escuchando cantautores protesta, eso nos recuerda que son hijos del abogado August Gil Matamala, una figura activa del antifranquismo.

Tenemos muchos recuerdos de nuestro padre trabajando por los obreros que detenían en las huelgas o ayudando a cantautores que habían metido en prisión. Todo eso conecta con la actualidad: Jordi Cuixart ha hecho el prólogo de la nueva edición del libro que David Fernàndez y Anna Gabriel escribieron sobre él [‘August Gil Matamala. Al principi de tot hi ha la guerra’, Ed. Sembra Llibres]. Desde la prisión, Jordi busca a un referente, a alguien que pueda darle una visión desde la experiencia. Este último año ha sido muy movido respecto al libro; hemos participado en presentaciones y en homenajes a nuestro abuelo, Augusto Gil Cánovas, que nació en Murcia y emigró a Catalunya, dirigió las Escoles de Sallent y vivió la guerra y el exilio. Todo esto ha influido en el disco, porque le dedicamos una canción, esta en catalán, ‘Avui he tornat a casa’.

En pleno octubre del 2017 publicaron un disco que nada tenía que ver con la actualidad política, ‘El tren de la bruja’, a partir de un relato de Carlos Zanón. ¿Cómo lo ven dos años después?

En ese momento estaban pasando cosas y era como si estuviésemos desfasados. El disco hablaba de los problemas de una persona madura y era una historia que estaba muy bien pero que no era relevante en aquella situación. Fue chulo hacerlo, pero nos quedamos un poco frustrados. Ahora, con el nuevo disco, es todo lo contrario: nos sentimos con mucha fuerza porque estamos diciendo algo que tiene que ver con lo que estamos viviendo.

"Hace mucho tiempo que somos una entidad independiente del movimiento mod"

Brighton 64 es un símbolo del movimiento mod. ¿Qué representa eso ahora para el grupo?

Son nuestras raíces, pero, la verdad, ya no nos representa mucho. Sigue siendo importante por todo lo que vivimos y por las bandas que hemos escuchado y que seguimos escuchando, pero no es algo representativo del grupo en estos momentos. Parte de nuestro público sigue teniendo esa estética y esa inquietud, y eso nos encanta, pero hace mucho tiempo que somos una entidad independiente del movimiento mod.

¿Han notado que seguidores de Brighton 64 de toda la vida se han apartado del grupo a medida que se han hecho más explícitos políticamente?

Un poco, sí, pero también al revés: añades gente que no te esperabas. Y es algo que nos ha pasado desde el principio y que les ocurre a todos los grupos. En el mundo del rock es muy típico seguir a una banda solo al principio, luego apartarte, a lo mejor volver al cabo del tiempo. A mí me pasa: hay muchos grupos que me encantan y de los que no tengo ni idea de cuál es su último disco.

¿Ha escuchado el nuevo de The Who?

Pues un par de canciones. Aún no lo tengo, y no sé si me lo compraré, y eso que seguramente es mi grupo favorito. Pero ya me cuesta...

Pero fue a verlo con sus colegas de banda a Hyde Park en el 2015, ¿verdad?

Ah, sí, en directo sí; a esos grupos veteranos los admiras. A veces incluso te sientes reflejado. Piensas: “¿cuándo se acabará mi carrera en el rock?”, y cuando ves a gente que sigue siendo mucho mayor que tu, te das cuenta de que aún hay tiempo. Preferiría ver a The Who con su formación original, pero eso es imposible, y si de vez en cuando hacen un concierto es una experiencia muy potente.

La alineación actual de Brighton 64 es un quinteto que incluye a otro miembro histórico, el teclista Jordi Fontich, y a dos componentes de nueva planta, el batería Eric Herrera y el recién fichado David Abadía al bajo. ¿Formación definitiva?

David debutará en Sidecar. Es un músico que ha tocado con Los Negativos y The Canary Sect. Queríamos reforzar la banda y que eso me permitiese cantar con más tranquilidad y tocar la guitarra. Eric nos cambió un poco el sonido e hizo que todo caminase mejor y que fuese más preciso. Nos ayudó muchísimo, y ahora con David al bajo damos un paso más. Creo que estamos sonando muy bien.