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Lucrecia y los Lunnis presentan su nuevo espectáculo en el Teatre Condal

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Eduardo de Vicente

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Basta mencionar una palabra, Lunnis, para que a los peques se les ilumine la cara. Estos extraños personajes (¡y mira que son feos!) han conseguido convertirse gracias a la televisión en muy familiares para ellos y unos buenos amigos. Ahora inician su gira en el Teatre Condal donde podrán verlos en carne (y espuma) acompañados por su mamá, la cantante cubana Lucrecia en un espectáculo titulado Lunnis de Leyenda Superstars que supone el debut en la dirección de espectáculos infantiles del popular Mag Lari. Estarán en el teatro del Paral·lel hasta este domingo, pero también se pasearán por el Atrium Viladecans (26 de octubre), Auditori de Granollers (7 de diciembre) y el Auditori de Sant Cugat del Vallès (14 de diciembre).

Cuando entramos en el teatro vemos una pantalla rodeada de luces con un cartel con el logotipo del montaje donde se proyectan las travesuras de dos conejos que están tocando alocadamente los mandos de un control de televisión. Tras la breve intervención de un muchacho que barre el suelo y lleva un cinturón con bombillas parpadeantes empieza el espectáculo con la aparición de Lucrecia con un elegante vestido azul y sus inseparables trenzas de colores y cuatro lunáticos: Lupita, Lublú, Lucho y Lulila.

Un ensayo con las canciones de la tele

Con el inicio ya se meten a los niños en el bolsillo haciéndoles bailar al ritmo de Mi gente y su pegadizo estribillo “¡que levante la mano el que se quiera salvar!”.  Es el prólogo, tras el cual nos explican que seremos testigos de sus ensayos y al grupo se une Chispas, el joven que hemos visto antes que es un inventor algo gamberro que coordina los efectos. Pero también les hará trastadas a los cinco componentes del grupo haciendo que se detengan mágicamente para cambiarlos de sitio y provocar divertidas confusiones.

En la pantalla se proyecta el árbol de las leyendas en el que irán apareciendo nuevas estrellas con cada canción. Los temas que se interpretan en esta primera parte forman parte del programa televisivo y todos hacen referencia a personajes históricos reales o ficticios: el guerrero Aníbal, la creadora del Diccionario del uso del español María Moliner, Don Quijote, la escritora María Goyri (con aires hip hoperos), el héroe mitológico Hércules (con la ayuda de dos pequeños voluntarios), Concepción Arenal (la primera mujer que estudió en la universidad) o el compositor Isaac Albéniz.

Los lunnis en la platea

En cada uno de estos números intentan transmitir mensajes positivos sobre la unión, la lucha por los ideales o la creatividad y les animan a ser superestrellas mientras ejecutan simpáticas coreografías que son seguidas con atención por la infantil platea al tiempo que se proyectan dibujos animados sobre cada una de las historias. Hay que advertir que la música es pregrabada y la cantante hace playback en la gran mayoría de estos temas. Una lástima no poder disfrutar al máximo de su talento. El momento álgido es la interpretación de Besos de chocolate, en la que los muñecos saltan a la platea y caminan por el pasillo saludando a los niños que pueden tener el privilegio de tocarlos.

Tras un breve descanso, la función se reanuda. En la pantalla los dos conejos amenizan la espera parodiando las cinco notas de Encuentros en la tercera fase. La segunda parte consiste en un concierto. Para ello han cambiado el vestuario. Lucrecia viste ahora un vestido verde azulado con detalles negros y los lunnis van de rockeros con guitarras y todo arrancándose con el We will rock you de Queen que vuelve a levantar a la platea.

Los niños en el escenario

Seguirán con otros éxitos de todos los tiempos como Lo malo, con Lupita y en tono cubano, la más antigua Yo quiero bailar de Sonia y Selena con especial protagonismo de Lulila o Despacito con la intervención de Lublú. Ahora sí, Lucrecia canta en directo en esta segunda parte y se nota, vaya si se nota la diferencia. Con el Happy de Pharrell Williams invitan a los peques a subir al escenario y a bailar con ellos, a lo que se apuntan todos mientras los padres inmortalizan el momento con sus móviles. El espectáculo acaba con el clásico lunni, Nos vamos a la cama. Ya veremos si es verdad porque después de tantos brincos tienen la adrenalina a tope y les va a costar conciliar el sueño después de una tarde con tantas emociones. Lo que no se puede negar es que nuestros niños se han sentido por unas horas, superstars.