MAGNÍFICO RECIBIMIENTO

Músicos de la OBC, como estrellas del rock

Poco acostumbrados a firmar autógrafos, los 93 integrantes de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya disfrutan de su momento de gloria en Japón

El director Kazushi Ono en Tokio.

El director Kazushi Ono en Tokio. / periodico

Marta Cervera

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Para los 93 integrantes de la OBC desplazados a Japón la gira está resultando interesante. Y se sienten un poco 'rock stars' porque aquí les piden autógrafos. Y no solo a la salida, también a su llegada al teatro suelen encontrar a melómanos entusiastas. "Es muy curioso porque en Europa las firmas solo se piden a los solistas, y en la ópera, a los cantantes", comentan varios músicos de orquesta reunidos antes de su función en el New National Theater de Tokio.

La OBC está acostumbrada al repertorio sinfónico. Aunque en Japón están previstos dos programas distintos, además de un concierto educativo, lo que prima en esta gira es la ópera. "No estamos acostumbrados a hacer ópera, sobre todo tantas representaciones y durante tanto tiempo", explica la violonchelista Lurdes Duñó, una veterana de la orquesta, aunque no tanto como la arpista Magdalena Barrera que lleva 32 años en la formación.

Otra mentalidad

Tienen un programa muy cargado pero la manera en el que se ha organizado la gira -con habitaciones individuales y la posibilidad de viajar con la familia- han ayudado a hacer llevadera esta experiencia que les mantendrá en total cinco semanas lejos de Barcelona. Llegaron el día 4 de julio y se irán el 5 de agosto. "Encuentro que el público ha cambiado desde que vinimos la  primera vez, en 1992. Antes la gente aplaudía menos. Le costaba más arrancar. Ahora son más lanzados", dice Duñó. También, por suerte y gracias a la preparación de la ciudad para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es más fácil orientarse en la ciudad. "Ahora hay muchas indicaciones en inglés. Antes, tenías que fijarte en sus símbolos y alguna vez me había perdido".

Paloma Diago, una de las nuevas incorporaciones de la sección de violines, nunca había estado nunca en Japón. Tanto para ella como para Paco López,el solista de flauta también incorporado esta temporada, la experiencia de viajar con la OBC les permite conocer mejor a sus compañeros. "Cuando viajas te das cuenta que somos una familia", dice López. "En una orquesta suele haber movimiento y en el día a día no tienes tanto tiempo para estar con tus colegas. En las giras, en cambio, pasamos más tiempo juntos y eso permite conocernos de otra manera, algo que también contribuye a la hora de tocar", dice José Mor, solista de violonchelo.  "Estando de gira, cuando subes al escenario te sientes en casa", añade Barrera. 

Hasta el director, Kazushi Ono, ha cambiado, comentan. "Aquí está más en su salsa y la gente se vuelve loca con él. Claro, está en su país, con su gente y con su orquesta", dice Duñó. "Hemos comprobado que es muy distinto cuando dirige ópera. Le cambia la cara y no pierde detalle. Impresionante".

Ópera, la justa

En general la OBC hace un programa de ópera al año sin escenificar en el Auditori. El próximo noviembre tocarán 'El castillo de Barbazul', de Bartok, dirigida por Josep Pons, director musical del Liceu. No quieren más. "Si estamos en una orquesta sinfónica es por algo", aclaran enseguida los músicos. "Una cosa es hacer una ópera cada cierto tiempo, otra muy distinta dedicarte a ella". Y es que acostumbrados a preparar obras diferentes cada semana y trabajar con directores distintos, tener que estar siguiendo a los cantantes durante un mes es otro mundo. 

Los roces son inevitables en este tipo de giras en un colectivo donde cada uno tiene sus opiniones y circunstancias particulares. Pero, en general, llevan bien su estancia en Japón. "Es sorprendente el contraste entre el frenesí de la capital y la actitud tan calmada de la gente", destaca Barrera. "Y es una ciudad segura porque ves a niños pequeños con sus carteras caminando solos", añade Diago.

En resumen, y a pesar de que algunos llevan ya tres giras en Japón (también vinieron en 1995), no les importaría repetir.

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