"Kubrick y Nabokov fueron como Gozdilla contra King Kong"

Los escritores Rodrigo Fresán, Laura Fernández y Simon Roy dialogan en Kosmopolis sobre la relación de Stanley Kubrick con la Literatura

Mesa redonda en Kosmopolis sobre Kubrick con Simon Roy, Laura Fernández y  Rodrigo Fresan

Mesa redonda en Kosmopolis sobre Kubrick con Simon Roy, Laura Fernández y Rodrigo Fresan / periodico

Quim Casas

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El festival literario Kosmopolis tiene su sede en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Y en el centro está triunfando la exposición dedicada a Stanley Kubrick, que cerrará sus puertas definitivamente el próximo 31 de marzo. Es lógico que algunas de las sesiones de Kosmopolis hayan girado alrededor del director. En la sesión inaugural hubo un concierto de Jocelyn Pook, autora de la música de 'Eyes wide shut'. Ayer, el canadiense Simon Roy, autor de un ensayo sobre 'El resplandor' titulado 'Mi vida en rojo Kubrick', y los novelistas Laura Fernández y Rodrigo Fresán, se reunieron bajo el epígrafe 'Relatos que mueven a Kubrick', dialogando de las tensiones entre el cineasta y casi todos los novelistas a los que adoptó. Hoy, a partir de las 18.00 horas, el escritor Vicente Molina Foix y el comisario de la exposición, Jordi Costa, conversarán sobre los laberintos de la obra de Kubrick.

Cuando Kubrick realizó 'Lolita', tuvo sus más y sus menos con el autor de la controvertida novela, Vladimir Nabokov. Fresan definió la situación de forma muy cinéfila: "Kubrick y Nabokov fueron como Godzilla contra King Kong". Según Fernández, "el ego de Kubrick era superior al de los escritores que adaptaba. Anthony Burgess renegó de haber escrito 'La naranja mecánica' porque consideraba que Kubrick había malinterpretado su novela. En '2001: una odisea del espacio', llegó a llamar a Michael Moorcock y J. G. Ballard para terminar el guion porque decía que Arthur C. Clarke le estaba volviendo loco".

Pero una de las relaciones más tensas fue la vivida con Stephen King en 'El resplandor'. "King quería escribir un libro en el que era muy importante las consecuencias de un determinado tipo de enseñanza y el alcoholismo", explicó Roy." Kubrick prescindió de todo ello. En el relato, su protagonista, Jack Torrance quiere escribir una novela sobre el hotel Overlook. Esto y el el alcohol son dos temas centrales para King pero no están reflejados en el filme de Kubrick".

"Un Cadillac sin motor"

Roy recordó que King quiso quitar su nombre de los títulos de crédito (en 1997 se desquitó produciendo una miniserie dirigida por Mick Garris que es la adaptación fiel de su novela). "King dijo del filme de Kubrick que era como un Cadillac sin motor", recordó Fernández. Fresán apostilló: "El director le dijo a King tras leer el libro que era una historia muy optimista porque hay fantasmas y eso demuestra que existe el más allá. King intuyó que las cosas no saldrían como a él le hubiera gustado".

Según Fresán, "Kubrick siempre tuvo una relación extraña con la Literatura. Despreciaba a casi todos los clásicos pero le gustaba Mickey Spillane, porque iba directo al grano. Entraba en las librerías, cogía varios libros a ciegas y se los llevaba a casa para ver si podían servirle de algo". Amor y odio. Cuando Burgess presentó un montaje teatral de 'La naranja mecánica', hizo que el escritor que es apaleado por el protagonista mientras canta 'Singing in the rain' pasará a ser un director de cine. El actor escogido para este papel se parecía a Kubrick.