ENTREVISTA

Laia Marull: "Cuanto más extremo sea el papel, mejor"

La actriz y Pablo Derqui se enfrentan en un intenso duelo en 'La dansa de la venjança', drama amoroso de Jordi Casanovas, en La Villarroel

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laia marull / periodico

Marta Cervera

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Laia Marull ('Incendios', 'Te doy mis ojos') sabe que saltarán las chispas en escena con 'La dansa de la venjança', lo nuevo de Jordi Casanovas que este lunes estrena La Villarroel. Pero este tipo de experiencias al límite es lo que más disfruta. Sobre todo, si tiene como compañero a un actor como Derqui con quien ya ha trabajado en 'Hedda Gabler' y 'Roberto Zucco'. Ahora se enfrenta con él en un drama amoroso que  arranca cuando una pareja que acaba de divorciarse se reencuentra por primera vez.

-¿Qué le interesó de 'La dansa de la venjança'?

-Me pareció un artefacto teatral brutal. Lo tiene todo. Me encantó su intensidad porque son dos personajes que entran en escena y no salen hasta el final. Y se van provocando el uno al otro todo el tiempo. Tiene algo de "cine verité" que te permite mirar a través de la mirilla pero también es un gran artefacto teatral. Esta obra de Jordi Casanovas interpela mucho al público. Las experiencias propias o ajenas, las opiniones que todos tenemos sobre relaciones de pareja hacen que te llegue. Seguro que la gente saldrá hablando de 'La dansa de la venjança'.

-Defina su personaje.

-Es una mujer que se acaba de separar de su pareja. Es pintora y se ha ido a vivir a un piso más pequeño con su hijo tras el divorcio. Ella misma admite que de joven tenía un humor macabro. Ha tenido algún problema psicológico y su nivel intelectual, como el de su ex, es alto.

-¿Lo que es ocurre puede pasar en cualquier casa?

-No. Cada pareja es un mundo pero sí hay muchos puntos en común con cosas que hemos visto en otras separaciones. ¿Cuántas veces acaban como el rosario de la aurora dos amigos que nunca hubieras imaginado que pudieran terminar así? En este sentido sí puede pasar en cualquier casa. Pero ojo, esta es una pareja muy particular. Si llegan tan al extremo es porque arrastran una serie de malentendidos que no han resuelto.

-Pese a la tensión que genera, parece que se están divirtiendo. 

-(Ríe). Nuestra profesión es de locos. En general, cuanto más trágico o más dramático sea un papel, mejor. Esta obra lo tiene todo y, además, con Derqui me siento libre para jugar. Sé que si le lanzo una piedra me la devolverá, es muy divertido.

-Será todo un duelo teatral.

-En esta obra estamos en situación de alerta continua porque no hay red. Pero este tipo de retos nos encantan. Con Derqui me divierto mucho.

-¿Cómo ha sido el trabajo con Pere Riera, el director?

-No impone nada de entrada. Primero te deja hacer y luego tiene la habilidad de encontrar algo que te hace modificar todo lo demás. Y eso es muy interesante.

-¿Cómo le gustaría que saliera el público de la sala?

-Tocado. Tocado y hundido. (Ríe). Ojo, que también es un divertimento. Pero me gustaría que les hiciera reflexionar sobre su vida y sus propias miserias. 

-¿Qué proyectos le esperan?

-Lo próximo será 'Mariana Pineda', dirigida por Javier Hernández Simón, que se verá primero en gira y después en Madrid. Y está pendiente de estreno 'La inocencia', la opera prima de Lucía Alemany. La protagonista es una adolescente, yo interpreto a la madre y Sergi López, al padre.