TRANSFORMACIÓN

Robert Pattinson, de ídolo adolescente a actor kamikaze

Desde que abandonó su disfraz de vampiro romántico para la saga 'Crepúsculo', el intérprete se ha volcado en papeles extremos, el último en 'High life'

COMBO  DE ROBERT PATTINSON EN  LA  PELICULA HIGH LIFE Y LA SAGA DE  CREPUSCULO

COMBO DE ROBERT PATTINSON EN LA PELICULA HIGH LIFE Y LA SAGA DE CREPUSCULO / periodico

Beatriz Martínez

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El suyo ha sido un camino kamikaze hacia su autodestrucción como ídolo 'teen' generacional para reconvertirse en icono del cine indie, obsesionado con trabajar con los directores más radicales y ansioso por protagonizar papeles que lo conduzcan al límite de las circunstancias. Su última hazaña en este sentido ha sido 'High Life', la odisea existencial de ciencia-ficción que firma Claire Denis, una de las autoras francesas más prestigiosas del cine europeo actual y a la que Robert Pattinson prácticamente persiguió para ponerse a sus órdenes. En ella interpreta a un presidiario recluido en una nave espacial rumbo a un agujero negro en la que se llevan a cabo experimentos relacionados con la fertilidad. Mientras los demás tripulantes se dejan llevar por el desenfreno sexual, él permanecerá célibe, hasta que la doctora que interpreta Juliette Binoche se haga con su semen sin su consentimiento para procrear una nueva vida.

"Me gusta trabajar con gente que no tiene miedo, que se siente libre a la hora de expresarse", contaba el intérprete en el pasado Festival de San Sebastián donde se presentó la película. "Y mi otra prioridad a la hora de embarcarme en un proyecto es el personaje, que sea complicado, ambiguo y difícil de enjuiciar".

En efecto, el actor no se lo ha puesto fácil a sí mismo. En 'Cosmópolis', de David Cronenberg, le hacían un tracto rectal en una limusina mientras daba al espectador una lección de economía agresiva. En 'Good time', de los hermanos Safdie, se convertía en un ladrón marginal y chapucero que se embarcaba en una aventura nocturna febril y convulsa. Casi todas sus películas se sitúan en un entorno sin ley, en el que reina la confusión y el caos moral. Un territorio ideal para la creación de monstruos.

Sin embargo, en 'High life' también nos muestra su lado más delicado, cercano y paternal gracias a las escenas que protagoniza con una pequeña bebé, repletas de ternura y emoción. "Me gustan los niños cuando los puedo devolver", bromeaba. "En este caso era la hija de unos amigos míos y yo ejercí de canguro. Ella tenía total libertad de movimientos para que pudiéramos interaccionar y yo me inventé mil y una formas para que no llorara. Fue una bonita experiencia".

El actor reconoce que no sabía demasiado bien de qué iba la película. Claire Denis no se lo llegó a explicar del todo para que se moviera en una zona de indefinición y misterio. "Ella tiene una forma diferente de rodar. Explora los cuerpos, la sensualidad, las texturas. Va de lo concreto a lo abstracto, de lo físico a lo metafórico".  

¿Le habría gustado que esta película contara con un mayor presupuesto? Pattinson lo tiene claro: cuanto más dinero, menos capacidad de sorpresa. De David Cronenberg aprendió que no había que tener miedo a que el público se escandalizara, que eso era precisamente una buena señal de que estaba haciendo un cine alejado de los clichés y las fórmulas. "He sido famoso por accidente y no he hecho nada para mantener ese estatus. Quizás algún día tenga que pensar seriamente cómo venderme mejor, pero por el momento, prefiero hacer este tipo de películas que supongan un reto para mí y para el espectador".