entrevista

Andrea Motis: "No me quiero quedar como un fósil que hace estándares"

La joven estrella catalana cierra el Festival de Jazz de Barcelona

zentauroepp46210301 andrea motis181211184316

zentauroepp46210301 andrea motis181211184316 / periodico

Roger Roca

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ya es tradición: como cada año desde que dio el salto a la fama en el 2011, la cantante, trompetista y saxofonista Andrea Motis (Barcelona, 1995) vuelve al Palau de la Música (miércoles a las 21.00 horas), esta vez junto a su pianista de confianza, Ignasi Terrazza. El estreno del dúo en la ciudad pone el punto y final al 50º Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona.

¿Hubo un día en el que se dió cuenta de que esto iba en serio?

Hay varios. El primero fue cuando Joan Chamorro me propuso grabar mi primer disco. Yo estaba estudiando en la escuela, apenas había dado conciertos y fue una motivación muy grande. Otro fue el estreno en el Festival de Jazz de Barcelona. Iba a hacerse en Luz de Gas, pero como entonces en las salas no dejaban entrar a menores era un poco raro que yo tocara allí y lo cambiaron al Teatre Coliseum. No fui consciente de la importancia del concierto hasta que vi lo grande que era aquello. Fue un antes y un después.

En el documental 'La trompeta silenciosa', que se estrenó en noviembre en el festival In-Edit, cuenta que le gustaba pensar que podría dejar su carrera siempre que quisiera. ¿Aún lo piensa?

Quizás me lo planteaba más antes que ahora. Era un momento en el que tenía que decidir qué quería ser de mayor y ya estaba inmersa en la profesión de músico. Me iba bien saber que no estaba obligada a nada, que lo hacía porque quería. Ahora mi preocupación no es si hacer o no hacer música, sino hacerla en la medida adecuada, porque este año hemos tocado más de lo que creo que podía.

Ha girado presentando su primer disco con la multinacional Universal. ¿Ha sido lo que esperaba?

Esperábamos quizás un poco más de difusión, pero tampoco soy una de los artistas más destacados de la compañía: tienen a Norah Jones, a Gregory Porter... Sea como sea ha estado bien. El año que viene saldrá el nuevo disco.

Con todo esto en marcha, ¿cómo lo ha hecho para seguir estudiando música en la ESMUC?

Hice un año y medio y lo dejé. Yo lo que quería era aprender, la nota me daba igual. Y para eso te tienes que centrar. Pero en medio salió el disco, más promoción, más países... Tenía demasiados focos de atención.

Por la ESMUC ha pasado otra artista con proyección internacional, Rosalía.

Estaba en mi curso.

¿Le interesa su música?

A Rosalía sí que la he seguido porque me gusta mucho su propuesta, pero no controlo mucho de músicas actuales.

¿Cree que se ha perdido algo por empezar a trabajar tan pronto?

Más que perderme algo creo que me he avanzado. Es una suerte, porque a día de hoy ya tengo una experiencia que me ayuda. Por ejemplo, ahora tengo un concierto en el Palau de la Música. Si fuera el primero me sentiría más fuera de lugar, pero cuando ya has hecho varios, no sé cuántos, ¿diez?, pues eso ya no ocupa espacio y te puedes preocupar de otras cosas.

Es su estreno en Barcelona a dúo con su pianista de siempre, Ignasi Terraza. ¿Cuál es el reto de este formato?

Estás más desnuda, tienes la sensación de que la gente lo va a ver todo y no te puedes esconder. Cada momento tiene que ser muy rico. ¡Ah! Y habrá una colaboración con un grupo vocal, el Quartet Mèlt, que fue una colaboración que se me ocurrió en sueños.

Ha crecido junto a Terrazza, Joan Chamorro y su grupo. ¿Se ve en un futuro tocando con músicos de fuera de ese círculo de confianza?

Mi grupo principal es el quinteto con Joan, que tiene un 'groove' propio, y eso es un punto fuerte que hay que aprovechar. Pero por ejemplo, en el próximo disco hay temas con un trío de músicos brasileños, porque con el quinteto nunca hubieran sonado tan auténticos.

En el documental dice que quizás su éxito se explica porque su público y usted descubrieron esta música de la mano.

Sí, porque cuando empecé a tocar no sabía ni improvisar ni nada.

Y aun así el público ya la seguía.

Como se escucha poco jazz, mucha gente me enganchó por casualidad en la tele o en Youtube y les gustó. Yo no soy una lumbrera de la música contemporánea [se ríe] ni hago un jazz muy original. Es verdad. Empecé con una música que no es ni de esta época, pero que es un poco la madre del cordero del pop. Sí que luego he ido haciendo be bop, hard bop, música brasileña, mis primeras composiciones, y la gente me ha seguido. Está bien ir variando, no me quiero quedar como un fósil de museo que hace siempre los estándares que a la gente les gustan. 

¿Dónde está ahora como músico?

Me siento muy flexible y abierta a hacer cosas distintas, y estoy muy bien acompañada. Y como intérprete no me siento para nada desarrollada por completo. Apenas estoy empezando.