ENTREVISTA

Samuel Maoz ('Foxtrot'): "La identidad de Israel se define por el Holocausto"

El cineasta israelí estrena su segunda película, 'Foxtrot', crítica reflexión sobre las miserias del ejército de su país y el absurdo de la vida militar

El director israelí Samuel Maoz

El director israelí Samuel Maoz / periodico

Nando Salvà

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Los últimos meses han sido especialmente convulsos para el cineasta israelí Samuel Maoz. Por un lado, ha recibido premios por todo el mundo y especialmente en su país; por otro, ha sido recibido duras críticas de líderes políticos y hasta amenazas por 'email'. Y todo a causa de su segunda película, 'Foxtrot', una tragedia en tres actos llenos de realismo y surrealismo y melodrama y humor y terror en la que, a partir de la muerte de un joven soldado, reflexiona sobre las miserias del ejército de su país y el absurdo de la vida militar. Maoz se sentó con EL PERIÓDICO durante el pasado Festival de Macao para hablar de traumas colectivos, autocríticas necesarias y metafóricos pasos de baile.  

Ha comentado que, en parte, 'Foxtrot' es producto de un miedo muy personal. ¿De qué miedo habla?

Mi hija nunca se levantaba a tiempo para tomar el autobús hacia la escuela, así que siempre me pedía que llamara a un taxi. Dado que la costumbre empezó a costarnos mucho dinero, y que además me parecía un signo de mala educación, una mañana me planté y le dije: "A partir de ahora tomarás el autobús; si llegas tarde, te aguantas". Veinte minutos después de que se fuera, escuché en la radio que un terrorista se había inmolado en la línea 5, justo la que a ella le correspondía, y que docenas de personas habían muerto. La llamé, pero el servicio telefónico estaba colapsado. Nunca he sentido un terror parecido al que sentí entonces. Una hora después, la niña regresó a casa; al parecer había perdido ese autobús por unos segundos y había tenido que tomar el siguiente. 

"Hacer 'Líbano' me ayudó a procesar la carga insoportable de haber quitado vidas en la guerra"

Samuel Maoz

— Cineasta

Su primera película, 'Líbano' (2009), se basó en su experiencia como artillero de un tanque durante la guerra del Líbano de 1982. ¿En qué medida es 'Foxtrot' también producto de sus años en el ejército?

La guerra me dejó heridas incurables, no tiene sentido negarlo. Y hacer 'Líbano' me ayudó a procesar la sensación que haber quitado vidas me provoca, y a soportar esa carga insoportable con la que estoy obligado a vivir. Tras su estreno, muchos israelís que sufrían trastorno de estrés postraumático me contaron sus historias, y entonces comprendí que no estaba solo, que mi dolor y mi sentimiento de culpa son un mal colectivo. Sí, también de ahí viene 'Foxtrot'.

La película ha sido duramente criticada por la ministra de Cultura israelí, Miri Regev. ¿Cuáles son sus motivos?

Vino a decir que 'Foxtrot' era un intento de destruir Israel. Lo más absurdo es que la atacó sin haberla visto. Si ella fuera una persona más leída, sabría lo que es una metáfora. Y sabría que el arte a menudo exagera y radicaliza la realidad con el fin de generar discusiones y diálogo. Sea como sea, sus ataques no hicieron más que confirmar la validez del mensaje de la película. 

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"1311313"}}¿En qué sentido?

Porque 'Foxtrot' trata de mostrar cómo la sociedad israelí prefiere enterrar la verdad en el fango que enfrentarse a ella, y eso impide que avancemos. Por eso usé como metáfora el foxtrot, que es un baile en el que das una serie de pasos pero siempre acabas en el punto de partida. El pueblo israelí necesita que alguien le agarre la mano y lo saque de este ciclo que se repite una y otra vez.

Ese alguien son los líderes políticos, claro.

Claro. Pero no los que tenemos ahora, que se dedican a manipular al pueblo repitiendo eslóganes que no tienen nada que ver con la realidad, y que lo único que hacen es echar más sal en nuestra herida. Dicen: “Es necesario que vivamos en un estado militarizado, y que vivamos en un estado de alerta permanente, porque somos una nación en peligro existencial”.

"Cuando volvías de la guerra y expresabas un dolor interior, tus padres te decían que dejaras de lloriquear, que ellos sufrieron el Holocausto"

La herida a la que se refiere, el Holocausto, ¿hasta cuándo seguirá abierta?

No se cerrará nunca. Se ha convertido en el ADN del país. La identidad de Israel se define por el Holocausto, y por el trauma derivado de él. Nunca sanará porque la élite política no quiere que lo haga. Porque el Holocausto les sirve para seguir presentando a los israelís como víctimas, y ese victimismo seguirá enquistado en nuestra sociedad durante muchas más generaciones. Yo, sin ir más lejos, he pasado toda mi vida aplastado por él.

¿Por qué lo dice?

Nuestros profesores, nuestros padres, habían experimentado la peor barbarie de la historia de la humanidad, y se pasaban el día enseñando los números que tenían tatuados en los brazos y gritándonos que ellos habían sufrido el Holocausto, y que por tanto nosotros no éramos nadie para quejarnos. Si yo sacaba un 7 en un examen del colegio en lugar de un 10, mi madre me decía: "¿Para esto sobreviví yo al Holocausto?”. Y cuando volvías de la guerra sano y salvo y te atrevías a expresar un dolor interior, entonces te decían: “Deja de lloriquear, nosotros sufrimos el Holocausto”. Ha sido una losa.

¿Y cómo le han afectado personalmente los ataques del Gobierno?

Ha sido duro. Me han escrito correos electrónicos en los que me decían que me están esperando fuera de mi casa, y que cuando salga me dejarán ciego para que no pueda hacer películas. También me han amenazado diciendo que mi hija es muy bella pero pronto dejará de serlo. No entienden que si critico mi país es porque lo amo con locura, y por eso me duele tanto verlo así.