MUESTRA SOBRE UNA REVOLUCIÓN SILENCIOSA

Las 1.000 mujeres de la música catalana

La exposición 'D'ONES', en el Palau Robert, reivindica la creciente impronta femenina en la escena del último siglo

Exposición 'D'ONES' en el Palau Robert

Exposición 'D'ONES' en el Palau Robert / periodico

Jordi Bianciotto

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Ante la duda acerca del peso de las mujeres en la música catalana del último siglo no hay como acercarse al Palau Robert y pasear por la decena de salas dedicadas a la impronta que han dejado en todos los géneros, tanto del entorno popular como del clásico. Nada menos que 1.000 creadoras, instrumentistas, cantantes, desde la histórica soprano Conxita Badia hasta la joven cantante y trompetista Andrea Motis, de Carmen Amaya a Núria Graham, que han protagonizado la “revolución de las mujeres en la música”, como subraya el enunciado de la exposición ‘D’ONES’, que estará abierta hasta el 23 de abril.

La muestra, cuyo título juega con la asociación de la feminidad con las ondas sonoras y las olas del mar, surge de la sensación, y la evidencia, de que “nunca había habido tantas mujeres haciendo música, y de tanta calidad”, como subraya Lluís Gendrau, director editorial del Grup Enderrock, que la ha comisariado con el apoyo del Institut Català de les Dones y la organización de la Generalitat. Algunas cifras son concluyentes: si en toda la década de los años 60 se publicaron unos 200 elepés con voces femeninas, solo en el 2016 ya fueron 150, y si entonces había medio centenar de solistas en activo hoy debemos multiplicar esta cifra por diez. Con todo, hoy la presencia de mujeres en el mercado discográfico del pop no pasa del 22%.

Homenaje a las pioneras

La exposición se articula a través de diez ámbitos relativos a géneros musicales y tradiciones, empezando por las nanas y abarcando parcelas como el folclore y la transmisión oral, la clásica y la ópera, la ‘cançó d’autora’, y de ahí hasta el pop y las músicas urbanas. Vitrinas con reliquias de las pioneras (discos de la pianista Rosa Sabater, Conchita Piquer Mary Santpere), puntos de escucha y soportes de vídeo acompañan el trayecto por los cambios estéticos y la relación de la música con el entorno social de cada momento. Merecen un espacio propio episodios reivindicables como ‘Dones, flors i violes’, el álbum de 1980 en el que Maria Aurèlia Capmany invitó a voces como Guillermina Motta, Maria del Mar Bonet y la Bella Dorita.

Lectura feminista

La idea de elevar la cifra de mujeres hasta 1.000 se inspira en un poema de Maria-Mercè Marçal, ‘Cançó de fer camí’, que musicó Marina Rossell y que es legible en clave feminista: “Dins la pell de l’ona salada / serem cinc-centes, serem mil”, dice apuntando a un crecimiento colectivo. En esa evolución juegan un papel figuras destacadas en la exposición como las Hermanas Serrano (su disco de debut, de 1958, es considerado el primero de la moderna ‘cançó’), Alicia de Larrocha (ganadora de cuatro premios Grammy) o Núria Feliu (única artista catalana que ha grabado en el prestigioso sello Blue Note). Y creadoras menos populares pero significativas como la poeta Esther Vallès (autora de ‘Ciutat podrida’, bautismal canción punk que grabó La Banda Trapera del Río) o la inquieta Mireia Tejero, creadora de grupos como la Orquesta de  Tacón, Las Gambas y Àlius.

‘D’ONES’ va más allá de los géneros y las lenguas, aglutina a figuras surgidas en el marco referencial de los Països Catalans y ofrece como catálogo el número de noviembre de la revista ‘Enderrock’, que incluye un CD con canciones de jóvenes talentos femeninos. Invita a emprender “un viaje emocional y de vivencias a través de la música”, en palabras de su comisaria Helena M. Alegret, que se acoge a la idea de revolución para explicar cómo la figura femenina ha ido dejando atrás el papel de musa para convertirse en protagonista y ejecutante.

Cada vez hay más mujeres bajistas, baterías, trompetistas… “En otros tiempos se decía que soplar un instrumento deformaba la cara o que tocar percusiones era demasiado físico para una señorita, pero todos estos prejuicios han ido quedando atrás, y más aún con la aparición de las escuelas superiores de música”, argumenta Alegret. ‘D’ONES’ abre sus puertas a quien desee comprobarlo.