Bacalao de verdad

El festival Cara B se presenta como escaparate de sonidos alternativos, pero Joe Crepúsculo saltó al escenario de Fabra i Coats al grito de: "¡¿Queréis bacalao?!". Y no, nadie gritó que no. "Bacallà", confirmó antes de asaltar 'Nuevo amanecer', a la que siguieron las primeras canciones de los otros dos discos más recientes, incluyendo el recién aparecido 'Disco duro'.

Crepúsculo, alias del barcelonés Joël Iriarte, tira bastante de bacalao, pero sigue siendo alternativo. Si su repertorio fuera cantado por una voz prístina al uso y se basara menos en el humor, sonaría a todas horas en Los 40. Pero él quiere cantar sus propios 'hits' y no entiende por qué la ambigüedad del tono ha de ser un problema. Antes único que simple artesano. 

En el Cara B eludió bastante los medios tiempos del nuevo disco, cuyo excelente primer single, 'Música para adultos', fue por otro lado de lo mejor de la noche. Para este tema se unió a Crepúsculo y su músico Aaron Rux el cineasta Nacho Vigalondo, alias Alacrán, ejerciendo como una versión desquiciada de Rafa Spunky, el corista de Fangoria. Ahí se quedó hasta la definitiva “Mi fábrica de baile”, una catarsis pura tanto encima (el grupo descamisado) como debajo (se vio mucha liberación) del escenario. 

EMOCIÓN ELÉCTRICA

Antes, habían pasado por esta segunda jornada del Cara B grupos más basados en las guitarras que en los sintes de 'rave'. Por ejemplo, la banda de rock de garaje neoyorquina Las Rosas, nuevo proyecto de Jose Boyer, bajista del grupo de cierto culto Harlem. Resultaron más convincentes cuanto menos perezosos y más 'groovy', como en 'Boys', avance de su primer álbum 'Everyone gets exactly what they want'.

Los navarros Kokoshca sonaron más poderosos y, sobre todo, versátiles, combinando rock urbano, pop oscuro y latigazos 'rockabilly'. Tanto a nivel sonoro como lírico, el grupo parece querer ser un recordatorio constante de la importancia de lo físico, lo carnal y lo concreto; no en vano su último álbum se llama 'Algo real' (2016). Tras una exaltada adaptación del 'Born on the floor' de la banda garage-soul socialista The Make-Up, apretaron definitivamente el acelerador con 'Corazón caliente' y acabaron con el doble nocaut de 'No queda nada' y su reverso casi optimista 'La fuerza'.

También en la emoción eléctrica, en su caso algo más alambicada, se basan Nueva Vulcano, clásicos del rock barcelonés que no venían a presentar nada, sino a tocar todos sus 'hits'. Empezaron con canciones "antigüillas" (ese fue el adjetivo usado por Artur Estrada, guitarra y voz) para después recordar aciertos recientes como 'El mirlo' y 'El despertador'; cuando en ésta última llegó la parte de "so-mooos jóoovenes", Estrada aclaró en un inciso que era broma. Pero siguen jóvenes, qué diablos.