Creuheras propone nuevas medidas contra la piratería

En la inauguración del foro Barcelona Edita, el presidente del Grupo Planeta propone el bloqueo preventivo y la retirada de publicidad de las webs que difunden libros de forma ilegal

El presidente del Grupo Planeta, Josep Creuheras, en la inauguración del foto Barcelona Edita

El presidente del Grupo Planeta, Josep Creuheras, en la inauguración del foto Barcelona Edita / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Hace solo cinco años, un congreso de editores como el foro Barcelona Edita que este miércoles se ha inaugurado en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona habría consistido en un catálogo de lamentos y miedos (o de negaciones de la realidad). En la situación actual, la conferencia inaugural del presidente del Grupo Planeta, Josep Creuheras, ha podido constatar realidades con otro cariz muy distinto."El libro está más vivo que nunca", ha planteado. El libro en papel resiste, en una proporción que tiende a estabilizarse a nivel internacional en un 70/30 respecto al digital, sigue brindando los beneficios necesarios para invertir en aprovechar las posibilidades del nuevo mundo digital y la gente lee más que nunca.

Hasta aquí lo positivo: los grandes problemas son que "se lee más pero se vende menos", debido a la piratería (sólo el 32% de los lectores digitales pagan por los libros), y que las grandes empresas tecnológicas aspiran al monopolio de la distribución y a que el valor del libro sea algo residual frente a los dispositivos y el acceso a las redes. Problemas ante los que el presidente del principal grupo editor en castellano ha propuesto medidas enérgicas.

Según Josep Creuheras, es cierto que la lucha contra la piratería necesita medidas educativas en la escuela y en las familias -"en casa a nadie le enseñan que está bien entrar en el supermercado y llevarse cosas sin pagar"- para hacer entender que descargarse libros sin pagar a su editor y autor es "un robo", no "una travesura". Y para hacer que se comprenda que el libro tiene un valor, y que además es barato frente a las otras formas de ocio cultural que compiten con él. Pero al mismo tiempo, ante la ineficacia de las leyes de protección de la propiedad intelectual españolas, Creuheras ha planteado dos medidas de choque contra las webs que distribuyen gratuitamente libros los derechos de autor de cuyos autores aún están vigentes.

BLOQUEO PREVENTIVO Y RESTRICCIÓN DE PUBLICIDAD

"La ley, por ejemplo, podría establecer un bloqueo preventivo de una página web que enlaza con contenidos pirata si existe una denuncia del titular de los derechos, y no levantar este bloqueo hasta que hubiera retirado la obra o existiera una resolución judicial", ha planteado el presidente de Planeta. "Podría existir un acuerdo entre los anunciantes, los productores de contenidos y las agencias de publicidad para ahogar las fuentes de financiación, la publicidad, de las páginas que alojan contenido pirata", ha añadido.

En cuanto a la presión de grandes conglomerados como Amazon o Google, Creuheras ha vaticinado "una lucha de los grandes grupos de distribución por Internet para romper el esquema del precio fijo, para monopolizar la comercialización y convertir el contenido en una materia prima, desposeyéndolo de valor añadido e intentando convencer a los usuarios de que lo que  aporta valor real es el soporte, donde ellos obtienen grandes márgenes". Ante esta situación, ha llamado a los editores a redoblar la defensa del precio fijo.  

La sesión inaugural del foro Barcelona Edita, una iniciativa que reunirá a una cincuentena de ponentes este jueves y viernes, enmarcada en el programa de Barcelona como ciudad literaria de la Unesco e impulsada por el Gremi d'Editors de Catalunya y el máster de edición de la UPF, ha acabado con un mensaje optimista de Josep Creuheras: "Si hubiéramos hecho caso hace tan solo diez años a los grandes gurús del mundo tecnológico y a los grandes visionarios de las tendencias mundiales del consumo, el libro, hoy, en formato papel, tal como se había entendido en los últimos 500 años estaría muerto, y las editoriales enterradas. Pero la realidad se ha encargado de romper estos presagios, y los editores van a seguir existiendo por muchos años".