ESTRENO

'La piedra oscura', memoria del último amante de Lorca

La obra de Alberto Conejero, que reivindica la importancia de la palabra contra el olvido, se estrena en el Lliure de Gràcia

LA PIEDRA OSCURA

LA PIEDRA OSCURA / periodico

SONIA ÁVILA / BARCELONA

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Rafael y Sebastián son dos hombres muy distintos. El primero, estudiante de Ingeniería de Minas y secretario del grupo de teatro universitario La Barraca, es el último amante de Federico García Lorca. El segundo, un joven soldado primerizo. Ambos viven el encierro en una celda de un hospital militar de Santander en 1937, a la espera de la sentencia de muerte para el ingeniero. La distancia entre ambos se reduce poco a poco cuando la memoria, en forma de palabras, los descubre como iguales: seres humanos en soledad.

Ese es el eje argumental de 'La piedra oscura', obra del dramaturgo Alberto Conejero (Jaén, 1978) que, después de estrenarse el año pasado en el María Guerrero de Madrid llega al Teatre Lliure de Gràcia, donde se representará del 17 al 28 de febrero. La historia resume, entre la ficción y la realidad, las últimas horas de vida de Rafael Rodríguez Rapún (interpretado por Daniel Grao) y el relato lo guía la ausencia de García Lorca.

MEMORIA COLECTIVA

El diálogo ente el custodio, de apenas 18 años, y el ingeniero preso transita entre la crisis de su existencia y la trascendencia del recuerdo del pasado; esa memoria colectiva que rescata de la cuneta a los olvidados de la historia, explica el director del montaje, Pablo Messiez. "La obra trata sobre la palabra y la memoria; la importancia de que los hechos sean dichos y de alguna manera no desaparezcan del todo", añade.

Rafael sabe de esa importancia de conservar la memoria, y en sus últimas horas de vida se afana por preservar el recuerdo de García Lorca. Insiste a Sebastián que proteja algunos textos inéditos del poeta y dramaturgo español fallecido en 1936, y así salvarlo del olvido. La palabra escrita, en este caso la lírica, se convierte en un puente entre la evocación y la pérdida.

El director comenta que, si bien la presencia de García Lorca determina la obra, no es solo un relato sobre él, sino un juego entre realidad y ficción para evidenciar la importancia de nombrar para no olvidar, de señalar momentos históricos o personajes desparecidos. Todo ello está contenido en la conversación entre el sentenciado a muerte y su custodio.

LA CONVENCIÓN DEL TIEMPO

"Yo creo que en realidad poner la mirada en los hechos humanos de cualquier época nos da paso a entender qué sucede la actual, y no importa si es el pasado o el presente, porque al final el tiempo es otra convención, la gran convención humana, y lo que estamos haciendo es tratando de entender las relaciones humanas", dice Messiez.

La puesta en escena transcurre en un solo espacio, y aun cuando la escenografía, realizada por Elisa Sanz, remite una celda, igual podría ser una habitación o cualquier tipo de encierro. A ello se suma el constante sonido de las olas de mar que acompaña todo el espectáculo, de una hora, coproducido entre el Centro Dramático Nacional y La Zona.

"'La piedra oscura' es, ante todo, una indagación sobre los que quedaron en los márgenes de la foto oficial de la historia, detrás de las grandes fechas, de los grandes nombres", afirma el dramaturgo Alberto Conejero, quien investigó en los archivos personales de Rafael Rodríguez Rapún para escribir la obra. 

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