Truco o trato

CRÍTICA Lo mejor de la novela de Lydie Salvayre es que motiva el debate

SERGI SÁNCHEZ

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Cuando Lydie Salvayre ganó el Goncourt, la prensa destacó la singularidad idiomática de su prosa. No llorar estaba escrito en frañol para homenajear el habla de su madre, catalana que emigró a Francia, finiquitada la guerra civil. Bernard Pivot, jurado del premio, se quejaba del uso excesivo del español en No llorar. Este crítico se queja de que el uso del catalán es nulo, sorprendente en un libro de autoficción que empieza en un pueblo de Lleida y sigue en Barcelona.

Es una cuestión de capital importancia -una extraña implausibilidad en una historia de lo más verosímil- en una novela que quiere ser respetuosa con la realidad, que está obsesionada en legitimar la memoria del emigrante a partir de un relato histórico que el lector español tiene armas para conocer muy bien. Quizás de esa cercanía nace nuestro escepticismo. Temáticamente, No llorar no aporta nada nuevo a la literatura sobre la lucha entre nacionales y republicanos, aunque es posible que ni siquiera lo pretenda. Salvayre parece más preocupada por mezclar melodrama y ensayo autobiográfico, y hacer que el cóctel, aderezado intermitentemente con frases inacabadas, neologismos, puntos suspensivos y etcétera, resulte sabroso para los lectores que prefieran una experiencia poética pero accesible a la cruda realidad de los hechos. Es harto discutible que la historia de Montse, de sus padres y su hermano Josep, anarquista requeteconvencido, nos llegue interrumpida por el despertar a la verdad de Georges Bernanos, que empezó escribiendo crónicas desde su convencido falangismo en Mallorca y acabó horrorizado por la participación activa (o la indiferencia prepotente) de la Iglesia en las sangrientas ejecuciones perpetradas por los nacionales. ¿Acaso la experiencia de conversión ideológica de un escritor de derechas es más válida que el infierno que sufrieron los ciudadanos de a pie?

Decíamos discutible, y lo mejor de No llorar No llorares que motiva el debate, como si Salvayre, sin ánimos de ser polémica, supiera que sus elecciones -el estilo libre y lírico, la honestidad con su árbol genealógico, la guerra civil contada como en una película española de los 80- hundirán al lector en un mar de contradicciones.

FICHA: NO LLORAR / NO PLORAR

Lydie Salvayre. Trad.: Javier Albiñana / Ferran Ràfols Gesa. Anagrama. 216 págs. 16,90 €

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