La pasarela de los disfraces

Cada vez que se celebra la gala de los Grammy parece que las estrellas de la música se ponen de acuerdo para desfilar con las vestimentas más atrevidas. Ellas, con escotes infinitos que en ocasiones rozan el ombligo, transparencias que poco dejan a la imaginación y patrones que apenas permiten caminar; ellos, con esmóquines,camisas psicodélicas e incluso pantalones cortos. Y es que la alfombra roja de la entrega de premios, que tuvo lugar en el Staples Center de Los Ángeles, se convirtió un año más en una explosiva fiesta de disfraces donde las extravagancias y el exceso de creatividad fueron las grandes triunfadoras.

Sin duda, la más desinhibida fue Madonna, que eligió un traje con reminiscencias taurinas firmado por Givenchy. La reina del pop atrajo todas las miradas en la 57º edición de los Grammy, que acudió más torera que nunca, con montera incluida, y donde no dudó en posar  por delante y por detrás para la prensa, mostrando sus posaderas, que dejó al aire. Tras su exhibición trasera, la diva, de 56 años, que llegó acompañada del rapero Nas y de DJ Diplo -han trabajado con ella en su nuevo álbum, Rebel Heart-, se desprendió de su traje de luces para vestirse de domadora de fieras con un body también de Givenchy y subió al escenario para interpretar  su nuevo sencillo, Living for Love.

Como era de esperar, las redes sociales, además del de Madonna,  se hicieron eco de los atuendos de Rihanna, Kate Perry y Pharrell Williams. La de Barbados apareció como un algodón de azúcar rosa en un voluminoso modelo de Giambattista Valli. Perry impactó con su melena malva y sus transparencias, mientras que Williams y su mujer optaron por un estilo deportivo de la mano de Adidas. Ella en chandal y él, en pantalones cortos. Otro de los looks más chocantes lo protagonizó Joy Villa con su vestido hecho a base de mallas que recuerdan a las que se utilizan en las obras.

Por su parte, Lady Gaga escogió un vestido provocativo de Brandon Maxwell de pedrería, con un escote de vértigo que dejaba poco a la imaginación. Ariadna Grande, con un estiloso diseño de Versace de escote halter, junto a Taylor Swift, vestida de Elie Saab, destacaron entre las más elegantes de la gala de la música.