Luchó contra el cáncer más de tres años

Ana María Moix muere a los 66 años

Escritora prolífica, impulsó los premios en memoria de su hermano

Ana María y Terenci Moix, en el piso recién estrenado de este en la calle de Muntaner, en abril de 1990.

Ana María y Terenci Moix, en el piso recién estrenado de este en la calle de Muntaner, en abril de 1990.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Una de las compañeras de viaje más jóvenes de la gauche divine, poetisa precoz, escritora prolífica en la madurez y ácida conciencia de la crisis económica, de las ideologías y de los valores de los últimos tiempos, Ana María Moix Messeguer --la  nena Moix, como le llamaban Carlos Barral, los hermanos Castellet, Félix de Azúa y Jaime Gil de Biedma-- falleció anoche en Barcelona a los 66 años.

La hermana pequeña de Terenci Moix fue vencida por el cáncer, enfermedad contra la que estuvo luchando durante más de tres años. El funeral tendrá lugar previsiblemente este lunes en el tanatorio de Les Corts, según informan fuentes de los servicios funerarios. Nacida en Barcelona en 1947, Moix es autora de una extensa obra, que abarca la novela, la poesía, la literatura infantil y el ensayo, además de traductora y editora. Una de los voces más reconocidas de su generación, ganó notoriedad al ser la única mujer que Josep Maria Castellet incluyó en la antología poética Nueve novísimos poetas españoles, que instauró de manera provocativa y espectacular una nueva poesía joven contra  la poesía realista y comprometida que se había impuesto a lo largo de la primera posguerra.

NOVELAS / En 1970, Moix obtuvo el premio Vizcaya de poesía por el libro A imagen y semejanza. Entre su producción narrativa destacan las novelas Julia (1970), No time for flowers (1971) y Walter, ¿por qué te fuiste (1973). Publicó también varios libros de relatos, entre los que se encuentran Las virtudes peligrosas (1985), y De mi vida real nada sé (2002), así como el ensayo Maria Girona: una pintura en libertad (1977) y los cuentos infantiles Miguelón (1984) y La niebla (1987).

Tradujo asimismo la obra de autores como Samuel Barclay Beckett, Margarite Duras, Michel Leiris y Mercè Rodoreda y obtuvo numerosos reconocimientos, como el Premio Ciudad de Barcelona, concedido por el ayuntamiento en dos ocasiones, en 1985 y 1994, por Las virtudes peligrosas y Vals negro, respectivamente.

LA EMPERATRIZ SISSÍ / Vals negro, cuyo personaje se inspira en la personalidad de la emperatriz Elisabeth de Austria, conocida popularmente como Sissí, fue considerado en su momento por la crítica como el mejor libro de Ana María Moix, que llegó a ser directora editorial de Bruguera, del Grupo Zeta. Muy unida a su hermano Terenci, fallecido el 2 de abril del 2003, Ana María Moix, fumadora empedernida como él, dedicó tenaces esfuerzos a impulsar y mantener desde el 2005 los Premios Internacionales Terenci Moix, que al cabo de los años se han convertido en unos de los galardones más prestigiosos de Catalunya, en sus respectivas categorías de cine, artes escénicas y literatura.

En el 2011, Ana María Moix publicó Manifiesto personal, donde expresó su malestar personal y frente al mundo en una reflexión muy vitriólica ante el abismo social y económico. «La crisis nos coloca en el lugar del otro», declaró a Elena Hevia en la entrevista publicada por este diario en septiembre del 2011. «Desde que los políticos han cedido su poder a las financieras parece que solo la extrema derecha se muestra segura frente a la crisis. Y eso da mucho miedo». Casi dos años después, la realidad actual no le haría cambiar un ápice estas reflexiones.