EL NUEVO TRABAJO DEL GRUPO DE CONSTANTÍ

ELS PETS: "Queríamos asustar un poco a nuestros fans"

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Els Pets han encontrado en el músico y productor Raül Fernández, Refree, un revulsivo para expandir su identidad en su nuevo disco, L'àrea petita. Un disco de extremos, con estribillos sensibles y rock corpulento; desvíos folk y audacias instrumentales. La obra que marca la entrada en la cincuentena de Lluís Gavaldà, Joan Reig y Falin Cáceres.

-¿Cuál es esa àrea petita?

-(Ll. G.) Es un espacio de no especulación, donde debes definirte y tienes que mojarte. En este disco queríamos sacudirnos musicalmente y arriesgar. Le dijimos a Raül que queríamos sonar diferente. Para un grupo con trayectoria es obligado intentar evitar las zonas de confort.

-(J. R.) Y romper las inercias.

-(Ll. G.) Pensamos que había que asustar un poco a los fans de Els Pets, pero no de una manera que huyan, sino que digan «esto suena distinto pero siguen siendo Els Pets».

-¿Por qué es pequeña?

-(Ll. G.) Porque, en esta época de grandes manifestaciones, recordamos que las grandes decisiones suelen tomarse en una área privada.

-¿Tienen la sensación de que se habían acomodado?

-(J. R.) Veníamos de cuatro discos seguidos producidos por Brad Jones.

-(Ll. G.) Y de una época autocomplaciente: la gira de 25º aniversario y el disco de homenaje. Raül tiene un punto juguetón y gamberro que nos apetecía. Hay un punto de valentía en que un músico con su currículo trabaje con un grupo que tiene unas connotaciones determinadas.

-¿A qué connotaciones se refiere?

-(Ll. G) Bueno, seguro que algún amigo indie de Raül le habrá dicho: «¿pero qué haces con Els Pets?»

-¿Sienten que aún hay prejuicios con el grupo?

-(Ll. G.) Sí. Tenemos más números de ir a actuar a la Acampada Jove que a Primavera Sound, pero a estas alturas eso ya no nos quita el sueño.

-Hay sorpresas en el disco: Un tall de síndria, con guitarra casi hard rock y desenlace free-jazz.

-(Ll. G.) Sí, somos tan chulos que invitamos a Sílvia Pérez Cruz y no le hacemos cantar, ¡sino tocar el saxo! (ríe). Hemos probado cosas que no tocaban, incluso incorporar errores.

-(J. R.) Es un disco poco editado. Con instrumentos vintage, canciones grabadas sin metrónomo... Con minimoogs reales, sin samplers...

-(Ll. G.) Nos pasamos muchos ratos escuchando discos, cada canción tenia un referente: Big Star, Los Planetas, Elton John época Tumbletweed connection, Bowie, Billy Bragg...

-(J. R.) ¡Y Black Sabbath, y Kiss...!

-Muchos artistas rehuyen dar pistas sobre sus influencias.

-(Ll. G.) Creo que es soberbio el músico que dice que no le influye nada de lo que escucha. Nunca hemos escondido que oímos mucha música.

-Antònia Font y Manel han puesto un pie, o medio, en el mercado español, que siempre ha sido inaccesible a Els Pets. ¿No se lo han trabajado?

-(J. R.) Los managements tienen parte de culpa, pero hay una nueva generación de grupos a los que les ha surgido una demanda. Nosotros, cuando fuimos, era testimonial.

-(Ll. G.) Que Manel llene teatros en Madrid o Sevilla es muy positivo. Quizá allí ahora hacen lo que hemos hecho aquí toda la vida: oír buena música al margen del idioma.

-En las nuevas canciones hay alusiones a las convulsiones sociales, pero son pinceladas muy sutiles.

-(Ll. G.) No hemos querido esconder la época en que estamos viviendo. Queremos huir de aleccionamientos y panfletos, pero en el trasfondo de este disco hay «economistes que parlen per la ràdio», «llengües que volen retallar-nos», «mons que s'enfonsen»...

-«El pop catalán sigue acomplejado con las temáticas sociales», les dirán algunos.

-(Ll. G.) Es que las canciones más desacomplejadas ya las hicimos en el primer disco, y en el segundo... Está bien que haya gente explícita, como Senior i el Cor Brutal, que equilibran la balanza, ya que hay grupos que parece que vivan en otro planeta.

-Els Pets, abiertamente independentistas de toda la vida, no aprovechan la actual marea alta: ninguna alusión en el disco. Ni siquiera tocaron en el Concert per la Llibertat porque estaban grabando...

-(J. R.) En 1992 ya fuimos a un concierto por la independencia. Con Negu Gorriak, Brams, Matamala...

-(Ll. G.) Entonces éramos cuatro freakies. Estamos contentos de que, sin habernos movido, hayamos pasado de ser extremistas a estar en la mayoría social. Ya nos mojamos en épocas en que era más arriesgado, y quizá ya no hace falta que estemos en la foto. Ahora toca que estén otros.

-¿Els Pets son de los que creen que ya no hay marcha atrás en el proceso soberanista?

-(J. R.) En efecto, no la hay.

-(Ll. G.) Se ha iniciado una vía clara que, pese a ciertos grupos mediáticos, a Godós y Duranes, tiene poca marcha atrás. Aunque no será un camino de rosas.