Pau Riba revisa su obra

Hace ahora 40 años Pau Riba grababaJo, la donya i el gripau, un experimento hippy alumbrado al aire libre en Formentera huyendo de los estudios de grabación y laboratorios profilácticos que podían echar a perder el proyecto folk más orgánico de su incipiente carrera. Lo grabó en la que fue su patria entre 1970 y 1974, «una arcadia», recuerda, donde se instaló con su esposa Mercè Pastor en una vieja casa de piedra sin electricidad, ni gas ni agua corriente. El disco se grabó el mismo año en que nació su primer hijo, Pauet, hermano mayor de Caïm, que hoy integran el grupo Pastora. Ambos participarán hoy en el concierto conmemorativo del 40º aniversario deJo, la donya i el gripau,recién reeditado, en el Centre Artesà Tradicionàrius de Gràcia. La fiesta también contará con imaginativos músicos y amigos de Riba como Pascal Comelade, Albert Pla, Ivan, líder de Don Simon y Telekunken, y el poeta Enric Casasses. Todos se sumarán alrevivalde clásicos junto a dos músicos de The Mortimers y a Llull, el hijo de 8 años de Riba, «que es un crack de la percusión», afirma su padre con orgullo.

«En este momento uno de los eslogans clave es que otro mundo es posible.Jo, la donya i el gripauya era una muestra de ello porque los hippies de los años 60 y 70 también estábamos indignados con lo que sucedía y buscábamos formas alternativas de vida», recuerda Pau Riba. Él se instaló en Formentera después de que la policía les hubiera sacado de la comuna del Tibidabo y llevado a la cárcel. «Amábamos vivir en plena naturaleza. Evidentemente, también teníamos nuestras contradicciones» dice pensando en la experimentación con el LSD. «Las civilizaciones siempre han tenido una droga fundamental que les dan carácter. En el mundo occidental es el alcohol. Nosotros en los 60 y 70 arrancamos con el LSD, los alucinógenos y la maría. En realidad lo que hicimos fue liberalizar el mercado», asegura. «Ahora vivimos en la cultura de la droga. Están prohibidas pero se usan para todo: bailar, follar, cagar...»

La reedición ha sido posible gracias a una coalición discográfica entre Bankrobber, responsable del disco en vinilo, G33Grecords y LaCasaCalba, que ha editado una caja ilustrada por Miquel Barceló que incluye un CD, un disco libro y un DVD. Ambos contienen, entre otros, una nueva versión deDonya mixeires,un tema que Pau Riba dedicó a su esposa y que ahora es reinterpretada en una versión más actual. Incluye un videoclip diseñado por sus hijos Pauet (montaje) y Caïm (música) que mezcla la música que compuso su padre en 1971 e imágenes de la época en las que aparece su madre, fallecida en 1995.

«Este disco estuvo muy vinculado a la tierra. Quería aportar una nueva visión de la música tradicional, que fuera actual pero sin romper con la tradición popular catalana, de ahí que lo hiciera con Toti Soler, su hermano y el mío», recuerda. Captar la sonoridad más orgánica «con el sonido de las abejas incluido», dice, fue todo un reto, tanto o más que convencer a los responsables de su discográfica para desarrollar el proyecto. Enviaron a Formentera a Mario Pacheco, que años después fundó Nuevos Medios, y catapultó el Nuevo Flamenco, a controlar el proceso. «Enseguida vio que no podía hacer nada y se puso a hacer fotografías hasta que le dijimos que cogiera una pandereta para hacer algo», bromea Riba. Más serio, admite que recuperar el disco ha sido una manera de recuperar una parte de su vida. «He vivido momentos muy emotivos pero como atravieso una etapa sentimental buena no me ha afectado tanto. Ha sido como desenterrar parte de mi pasado». Está listo para sacarlo a la luz de nuevo y disfrutarlo con las nuevas generaciones, desde otra óptica.