FESTIVAL SAN MIGUEL-PRIMAVERA SOUND

El Primavera inicia hoy la edición del gran salto

La gran cita musical del Fòrum abre las puertas intuyendo récord de asistencia

NANDO CRUZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Videocomentario de esta información en http://epreader.elperiodico.com

Siempre hay que decir lo mismo: cada año es el más importante para un festival. Pero todo apunta a que esta edición puede ser clave para el futuro del Primavera Sound. Tras diez temporadas de crecimiento lento e imparable, esta 11ª se anuncia como la más concurrida antes incluso de que se abran las puertas del Fòrum. Si el 2010 cerró un primer ciclo, parece que hoy empieza otro aún más ambicioso. La organización, tan poco amiga de las cifras tiempo atrás, asegura que puede acoger a 40.000 personas diarias y que la suma global (sumando el público del Poble Espanyol, el que haya ido a los conciertos en las salas y a los pases gratuitos en los parques) pudiera superar los 125.000 espectadores.

El festival está decidido a crecer a lo alto y a lo ancho. Por arriba tiene a PJ Harvey, Sufjan Stevens, Pulp, Belle And Sebastian, Grinderman, Mogwai y The Flaming Lips, artistas que años atrás nadie hubiese considerado cabezas de cartel, pero que hoy son reclamos incontestables para los treintañeros que han crecido con la llamada música alternativa de las dos últimas décadas. A lo ancho, un infinito listado de grupos medianos, pequeños y microscópicos que suman este año nada menos que 250 actuaciones. ¿Cómo? Entre hoy y el sábado habrá en el Parc del Fórum diez escenarios. Y fuera del recinto, se habrán celebrado 85 conciertos. Imposible consumir ni siquiera un 20% de la oferta. Da igual, lo que importa es la abundancia.

LA LETRA PEQUEÑA / La clave, como cada año, está en saber escoger. Esta edición puede ser la lanzadera de futuros hypes como Cults, de espléndidos artesanos del pop fresco como Sonny & the Sunsets y de nuevos valores de la inagotable cantera del indie-rock como Yuck, Could Nothings y Ty Segall. También puede cautivar para siempre al público indie el onírico country-folk de M. Ward, el esperado debut de esos clásicos prematuros que son Fleet Foxes y la psicodelia marciana de Ariel Pink's Haunted Graffiti. El hip-hop se cuela con las propuestas de Das Racist y Odd Future. Y mención obligada merecen las master class de veteranos como PIL, Suicide, Swans, Pere Ubu, The Monochrome Set, Half Japanese, Glenn Branca y John Cale.

Lo dicho: nunca fue este un festival amigo de las cifras. Pero eso era antes, cuando el viejo y modesto Primavera Sound movía poco volumen. En esta edición hablan de 6,1 millones de euros de presupuesto, de casi 2.500 trabajadores, de 1.165 artistas, de unas 18.000 personas venidas del extranjero (y otras 9.000 del resto de España) solo por el festival. En realidad, se está explicando con números que la música alternativa ya no es la hermana pobre de la mainstream (solo hay que ver la abundancia y variedad de espónsores), sino un sector industrial en sí mismo. Y que el reforzado Primavera Sound se postula ya como la cabeza de lanza europea de tan serio negocio.