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Saturación al límite

Lady Gaga apuesta por un sonido fuerte y agresivo en 'Born this way', un álbum con poco apego por la armonía e influencias mal digeridas de Justice, Daft Punk y Madonna

Portada de 'Born this way'.

Portada de 'Born this way'.

JUAN MANUEL FREIRE
BARCELONA

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Cuando, a mediados de abril, Lady Gaga estrenó a través de Twitter la portada de su segundo disco, algunos creyeron estar ante una broma pesada. En ella podemos ver a la artista (su cabeza, sus brazos) insertados toscamente en la parte delantera de unacustom,en una estampa que puede recordar a la muerte por fusión con moto de la quinta entrega dePesadilla en Elm Street. Solo que peor hecha, claro.

Esta portada feísta tiene equivalente sonoro en la música deBorn this way, un disco agresivo, de líneas torcidas, con poco apego por la armonía y adepto delhorror vacui. En relación aThe fame (2008) -y su versión extendidaThe fame monster(2009)-, es «más grande, más rápido, más duro y más fuerte», como decía aquel tema de Daft Punk, aunque tampoco necesariamente mejor. A Gaga todavía le falta madurez compositiva, pero esta vez trata de maquillarlo con una producción saturada al límite.

La mayoría de canciones siguen igual estructura: introducción engañosamente plácida; incorporación de bombo a granel y guitarras que parecen sintesy viceversa; acumulación de capas hasta el delirio. A menudo, las piezas no encajan, pero nadie se dio cuenta o nadie se atrevió a decirlo. La influencia de los propios Daft Punk, o mejor, de sus vástagos Justice es evidente -sobre todo en elsingle Judas, su Like a prayer-, aunque Germanotta todavía dista de tener la sabiduría pop de ambos.

Tampoco es Madonna, aunque algunos quieran creerlo. Cuando la Ciccone se estrenó en español, nos regalóLa isla bonita, un clásico (algo hortera, pero con encanto infinito) del pop moderno. Aquí, Germanotta se marca un dementeAmericano parcialmente en castellano que deja sin resuello, pero no por buenos motivos. ¿El mejor disco de la década, como prometió? Cuesta afirmarlo.