teatro

El Lliure ofrece un 'reality show' con un actor suicida

La presentadora del 'reality' (Viviane de Muynck) y la novia (Grace Ellen Barkey) del protagonista, de blanco.

La presentadora del 'reality' (Viviane de Muynck) y la novia (Grace Ellen Barkey) del protagonista, de blanco.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

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Artistas que se acercan a la excelencia y que nos enseñan que no hay fronteras en un escenario porque en él pueden convivir las artes plásticas, la literatura, la música y la pintura. Este es el mandamiento que ha presidido la programación internacional de Àlex Rigola durante su dirección del Lliure. Una oferta foránea que se cierra este fin de semana en Montjuïc con uno de esos creadores mayúsculos: el belga Jan Lauwers y su Needcompany. A sus tres historias de universo hipnótico (Isabella's room, The lobster shop y The deer house) ya vistas en el Lliure bajo el mandato Rigola le seguirá hoy y mañana otra no menos ambiciosa: The art of entertainment. Un formato de comedia negra para acometer una reflexión sobre el arte y/o el entretenimiento.

Lauwers explicó ayer que la pieza ha sufrido mutaciones desde que la concibiera para ser interpretada por Martin Wuttke, Adolf Hitler en Malditos bastardos, de Quentin Tarantino. El director de la pequeña Needcompany era, además, artista invitado del Burgtheater de Viena, la mayor compañía estable de Europa, con 140 actores en nómina. La unión entre dos mundos tan opuestos no acabó de funcionar. «De los cinco actores que elegí del Burgtheater, cuatro se fueron durante los ensayos», comentó el director de Amberes con media sonrisa.

Tampoco hubo con Wuttke la química precisa. Lauwers define The art of entertainment como un «metafórico autorretrato» en el que recogió todas sus ideas sobre el arte y el entretenimiento en un mundo «lleno de cinismo». La historia cuenta con un protagonista, un actor, que se quiere suicidar porque ha perdido uno de sus instrumentos de trabajo: la memoria. «Martin creyó que lo estaba describiendo a él con un personaje demasiado oscuro. No era así porque ya digo que es un autorretrato metafórico. Además él pasaba por un momento personal bajo por la muerte de un amigo».

AUDIENCIA MUNDIAL / Wuttke se quedó en casa y otro actor enorme, Dirk Roofthooft, ocupa ahora su lugar. «En Barcelona casi será su estreno», afirmó el director. Roofthooft es ese actor que decide suicidarse en directo en un reality show de audiencia mundial. Es un programa de cocina, donde se encontrará, por ejemplo, con un chef, la presentadora, un médico que controlará el suicidio y su novia infiel. Y no faltarán otros tipos grotescos que aparecerán en una historia cuyo humor está inspirado en  Buster Keaton y Monty Python.

«Es la obra más libre que he hecho», dijo Lauwers. Algo que queda confirmado por el hecho de que el actor protagonista, Roofthooft, puede saltarse el texto y «hacer lo que quiera», aunque la obra está escrita de una forma que permite esa licencia. La misión del resto de intérpretes, explica el director, es conducirle de manera que el público pueda entender una reflexión aderezada con bailes y música en directo.

El humor acompaña a la reflexión de un Lauwers que habla con añoranza, en esta época de la velocidad y lo artificial, de los tiempos en que Miguel Angel trabajaba con lentitud el mármol para hacer La Piedad.