Román Parrado: "Mi película no es de sangre, sino de violencia interior"

SEnD14 days with Victores una película extraña, difícilmente clasificable entre las tendencias del cine actual español y catalán.

-Es posible. Desde luego es difícil circunscribirla en un género determinado. Tiene algo de terror, algo dethrillery bastante de drama de personajes. Sí, podemos decir que es una película singular, con un aire muy de cine europeo independiente.

-¿De dónde y cómo surge la idea de hacer la película?

-Ibón [Cormenzana], el productor de la película, estudiaba Económicas en Londres a finales de los 80. Una noche asistió a una exposición-performancesecreta a la que había sido invitado mediante un anónimo. Todo con un halo de misterio muy sugerente. Era la época delbody-art,del arte extremo, ganchos, cortes, todas esas cosas... El filme narra lo Ibón presenció allí.

-Así que la película está basada en hechos reales...

-Nosotros decimos que es una peli basada en hechos hipotéticamente reales. Suponemos que la historia sucedió... pero no hemos podido comprobarlo. Años después Ibón volvió a Londres a preguntar por la exposición. Contactó con uno de los artistas que la había montado y el tipo negó haber hecho nunca nada parecido. Esa negación, y el misterio que implica, fue el origen de todo el proyecto.

-¿14 days with Victor es una reflexión sobre los límites del arte o sobre el dolor como forma de redención?

-Ni una cosa ni otra. El dolor como forma de redención es solo la tesis que defiende uno de los personajes, Martin. Pero no es el tema de la película. El arte solo es el contexto para explicar una historia de personajes. El tema sería más bien: si pasan cosas como estas es porque hay gente dispuesta a hacerlas. ¿Por qué? ¿Qué puede motivar un acto tan extremo como dejarse martirizar, literalmente, en nombre del arte? ¿Son personajes enfermos? ¿Una disfunción emocional provocada por un entorno difícil?

-La película es cruda, con asaetamientos incluido. ¿Teme que el impacto visual pueda devorar su drama de personajes?

-¡Espero que no! Hay muy poca violencia explícita. Las cosas se intuyen más que se ven. No hay nada degore. El problema es que la película es muy dura emocionalmente. Las cosas de las que habla son difíciles de digerir y eso crea mucho desasosiego. Pero no es una película de sangre. No hay violencia gratuita, solo violencia interior.